Manuel Huerta busca dirigir Morena con el respaldo de los Yunes

Manuel Huerta

Xalapa, Ver., 20 de junio de 2025.- En una jugada que ha sorprendido a propios y extraños, el exdelegado del Bienestar en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, ha comenzado a operar su ruta rumbo a la dirigencia estatal de Morena con el respaldo del clan Yunes, conocido grupo político ligado históricamente al conservadurismo panista en la entidad.

Mientras Manuel Huerta presume nuevos aliados y busca reinventarse como factor de unidad, aún enfrenta cuentas pendientes con el pueblo y con la justicia. En 2020 fue denunciado públicamente por presunta violación sexual, en un caso que generó conmoción en la entidad y que, hasta la fecha, permanece sin resolución judicial ni esclarecimiento público. La víctima, protegida bajo identidad reservada, señaló haber sido manipulada, violentada y después ignorada por instituciones que, según dijo, Huerta controlaba mediante su cercanía con el poder presidencial.

A esto se suma su larga trayectoria de contradicciones políticas, traiciones internas y constantes actos de oportunismo que lo han alejado del ideario de la Cuarta Transformación. Diversos militantes y fundadores de Morena en Veracruz lo acusan de haber utilizado al movimiento para beneficios personales, pactando en múltiples ocasiones con adversarios políticos y bloqueando a verdaderos cuadros de lucha social.

Ahora, aliarse con Miguel Ángel Yunes Linares, Yunes Márquez y Héctor Yunes, a quienes históricamente calificó como enemigos del pueblo, representa para muchos la muestra más clara de su falta de principios. “Manuel Huerta ha sido un infiltrado del régimen contra el que dice luchar, y ahora ni siquiera disimula su entrega a los intereses del viejo poder”, denunció un dirigente local de Morena.

En lugar de buscar cargos o reflectores, ciudadanos y organizaciones sociales exigen que Huerta responda ante la justicia, aclare los señalamientos de abuso, y deje de manchar la historia del movimiento de regeneración nacional en Veracruz.

“No se puede hablar de transformación con los cómplices del pasado ni con quienes han violentado a las mujeres y traicionado al pueblo”, sentenció una activista feminista que acompañó la denuncia de 2020.

El intento de Huerta por regresar a la primera línea política no solo hiere la memoria de las víctimas, sino que confirma lo que muchos temían: en Veracruz, algunos actores no conocen límites para conservar el poder, aunque eso implique aliarse con quienes ayer llamaban enemigos.

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