Inseguridad en carreteras provoca déficit de operadores y obliga a reforzar medidas de protección

caseta Coatzacoalcos

Efraín Hernández

Los constantes asaltos en la autopista Puebla–Veracruz y en los tramos federales hacia Orizaba y Córdoba han obligado a las empresas de transporte de carga a incrementar sus medidas de resguardo. Esta situación ha derivado en un déficit de operadores, pues muchos conductores se rehúsan a circular por rutas consideradas de alto riesgo, reconoció Enrique Rustrián Villanueva, consejero nacional de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).

El representante del sector explicó que las empresas se han visto en la necesidad de invertir en dispositivos de rastreo, cámaras de vigilancia y servicios de seguridad privada, con el fin de salvaguardar tanto las unidades como la integridad del personal. Estas acciones, dijo, responden a un contexto donde el delito contra transportistas se ha vuelto recurrente.

“Nos hemos visto obligados a invertir en tecnología y seguridad privada; no es un lujo, es una necesidad para poder seguir operando”, señaló Rustrián Villanueva, al subrayar que el incremento de asaltos ha impactado directamente en la productividad y rentabilidad del autotransporte de carga.

Asimismo, destacó que la escasez de operadores es un reflejo del temor que impera entre los conductores, quienes prefieren abandonar el oficio antes que arriesgar su vida en carreteras inseguras. Mientras tanto, el sector busca alternativas que permitan mantener las rutas abiertas sin comprometer la seguridad de quienes las recorren diariamente.

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