Si tienes COVID-19, así debes SEPARAR la RIESGOSA BASURA de tu CASA
Muchos pacientes con Covid-19 o incluso en etapa de recuperación, pasan confinados en sus propios hogares y por tanto, desechan materiales de curación, ropa, cubrebocas, caretas, guantes u otros insumos médicos sin el cuidado adecuado.
Ante la pandemia, se ha activado un foco de infección para el personal de limpieza de la Ciudad de México, pues diariamente recogen la basura de millones de hogares, manteniendo latente el riesgo de contagio.
Este tipo de acciones arriesgan la salud de los trabajadores quienes recogen la basura con materiales contaminados en caso de provenir de algún habitante portador de coronavirus.
e acuerdo a la Guía de manejo de los residuos peligrosos biológico infecciosos (RPBI) de la Secretaría de Salud para las unidades médicas, se considera en esta clasificación a cualquier agente u organismo capaz de producir enfermedad.
Para ello se requiere que el microorganismo tenga capacidad de producir daño, esté en una concentración suficiente, en un ambiente propicio, tenga una vía de entrada y estar en contacto con una persona susceptible.
Aunado a esto, la norma NOM-087-ECOL-SSA1-2002, no considera al hogar un generador de RPBI y por lo tanto no existen recomendaciones para su desecho y recolección.
Los producidos en el hogar son los residuos sanitarios y de higiene personal (toallas sanitarias, tampones), jeringas ya utilizadas y preservativos.
El manual del desecho de RPBI está dividido en seis etapas: Identificación del Residuo, Envasado de los residuos generados, Almacenamiento temporal, Recolección y transporte externo, Tratamiento y Disposición Final.
En la primera etapa, la identificación de los desechos debe ser inmediata al procedimiento, el sitio y la persona que los generó, para así evitar la reclasificación de los mismos, a fin de disminuir los riesgos para el personal encargado de la recolección de los residuos.
La sangre líquida y sus derivados y análisis de laboratorio, se depositan en bolsas de plástico amarillas. Los utensilios desechables contaminados se reservarán en bolsas rojas del mismo material.
Para el almacenamiento temporal de los RPBI, es necesario que en las casas se evite mezclarlos con la basura común en un sitio reservado exclusivamente para este fin. Se necesitará de un contenedor cerrado todo el tiempo sin residuos alrededor y en un área señalizada.
En los hospitales, el tiempo máximo de almacenaje es dependiendo del número de camas. Si que en casa hay un enfermo, el lapso no deberá exceder los 30 días.
La etapa cuatro es quizá la más importante para los recolectores de basura, pues a pesar de que debe existir una capacitación en este rubro, la mayoría de las veces no se tienen dichas precauciones.
Para ello es necesario conocer los diferentes envases para cada tipo de residuo así como su manejo; portar equipo de protección,como guantes, mascarillas, caretas y botas protectoras.
La acumulación no debería de exceder el 80 por ciento de la capacidad de los contenedores y se y se recoge de una a dos veces por día. Es indispensable no comprimir las bolsas y cerrarlas con un mecanismo de amarre.
Durante el transporte de esta basura, se tendrá que establecer una ruta segura y rápida desde la áreas generadoras hasta el área de almacenamiento. A pesar de esta norma, los desperdicios infecciosos van a parar con la basura común aumentando el riesgo de contagio.
La disposición final de los RPBI se puede hacer en camiones recolectores de basura común, sin embargo, es necesario mandar los residuos a empresas recolectoras autorizadas.