24 noviembre, 2024

¿Hacia dónde vamos?

Contrapunto

Miguel Ángel Gómez Ruiz

Imagine usted que el próximo año, si funcionaran cualesquiera de los planes del gobierno, el “a”, el “b” o el “c”, quizá el “g” o cualquier otra letra del abecedario. Qué tal si el presidente López Obrador le dice a alguna de sus “corcholatas” que está listo para seguir al frente del país. Total, se siente en control de millones de mexicanos tras darles becas y apoyos y hacerles creer que ese dinero sale de su bolsillo.

De pronto, él se queda en el poder de 2024 en adelante, hasta que el cuerpo aguante y aunque haya gente que no esté contenta él va a querer seguir. En un momento dado ordena el encarcelamiento de sus opositores, ordena la creación de una nueva Corte y ordena al ejército vigilar las calles.

En edificios altos y en cualquier barda del país se coloca su imagen y encima, ordena que los niños y jóvenes en las escuelas elogien su imagen y las escoltas lleven una bandera con su efigie al lado de la bandera mexicana.

Peor aún, cesa la importación de productos de belleza, químicos, medicinas, deportivos, en fin, decide que ya no se comprará nada de eso, que lo que haga falta lo producirá el país.

Las empresas fuertes o están con él o desaparecen. Imagine a los propietarios de Vitro, Coca Cola o TAMSA decidir si se van del país y dejan las instalaciones, pues los sindicalizados tienen el control de las factorías, respaldados por su presidente.

No importará que usted no trabaje pues cada dos meses, o tres, o cuatro, saldrá un “billetito” para que usted compre lo que quiera, o más bien, salga a las tiendas a tratar de comprar algo de comida.

Al país seguirán llegando migrantes que competirán con usted por algún trabajo, no importa cuál, pero irá a competir porque su esposa, sus hijos y adultos mayores de la casa tienen hambre.

Ya no habrá facilidades para viajar pues sólo lo harán los obradoristas que estén sujetos a los planes de su presidente, porque es cierto, no existe un diputado, o senador, o gobernador o alcalde que no quiera darle gusto al presidente. La Constitución o los reglamentos les valdrán madre, todo sea por tener a gusto a su líder máximo.

Las cárceles se poblarán de opositores y de todos aquellos que salgan a buscar un pedazo de pan o que no estén de acuerdo con las políticas del líder.

Habrá menos empleos y menos dinero y se correrá el riesgo de que de los importes de las remesas, una parte se la quede el gobierno y quizá una pequeña parte caiga en sus manos, total, el envío era para usted.

La educación consistirá en que se magnificará el obradorismo y la izquierda en sí, resaltando los éxitos de países como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Colombia y Argentina, entre otros. Encima, todos los niños pasarán sus cursos, no habrá reprobados y no importa, a los 12 años ya estarán listos para trabajar, aunque los salarios sean raquíticos.

La atención hospitalaria no será como en Dinamarca, de hecho nunca lo será, todos los enfermos aunque no tengan registro en el IMSS serán atendidos allí, por orden del líder máximo, aunque haya personas que demorarán varios días en ser atendidos y con suerte, serán hospitalizados en semanas, aunque su enfermedad sea considerada de gravedad.

La televisión estará llena de spots de la 4ª transformación y aunque no haya logros usted verá que se va a destacar el tema de las becas, los bancos del Bienestar, los abortos en clínicas de salud del gobierno y por supuesto, durante varias horas del día, publicarán la semblanza del líder máximo.

Usted no podrá comprar en grandes tiendas pues todo estará a precios que no podrá pagar con facilidad. Tendrá su par de zapatos, quizá uno o dos pantalones y varias camisas. Con suerte dos pares de calcetines y un peine. Su esposa estará casi igual y sus hijos, con suerte, tendrán también dos o tres mudas.

La pregunta obligada sería ¿Eso es lo que queremos? ¿De verdad?

Por muchos años nos quejamos de las injusticias, de los bajos sueldos, de la corrupción que había en alguno que otro sector, pero nunca nos faltó atención hospitalaria, por ejemplo.

Los precios de los alimentos eran accesibles y hasta podíamos decidir si comprar o no en algún supermercado. Hasta eso tenemos el riesgo de perder, pues a nuestro presidente le gustan las cosas como él quiere. Si sus hijos, los López tienen acceso a todo eso le place y no le importa cómo, sólo que no los acusen de corruptos.

Lo de Segalmex, Pemex, el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el AIFA y cualquier otra cosa que navegue en la irregularidad es lo de menos, con decir que todo está bien convence a sus seguidores y todo sigue igual.

Pero hasta sus más entrañables seguidores deberían leer dos o tres veces las líneas de arriba, porque aunque se nos haga que eso no va a pasar estaremos corriendo esos riesgos. La relación con Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, se irá deteriorando y por el contrario, habrá todo para la izquierda y eso lo vemos, llegan los migrantes que no quieren vivir en esos paraísos y se les envía dinero sin ningún problema. Para ellos todo.

Además, ninguna dictadura fue exitosa. Ninguna.

PD Ya andamos por los 30 y tantos feminicidios en Veracruz. Sigue afectándose a las mujeres en todos los sentidos. Laboral, profesional y en seguridad. La muerte de mujeres es un asunto que debe tenernos en alerta, pues muchos tenemos mamá, hermanas e hijas y no quisiéramos que sufrieran por ningún motivo.

Y hasta las trabajadoras del gobierno son menospreciadas. Hace algunos días se entregó un apoyo a madres trabajadoras del DIF estatal. Según me comentaron fue un apoyo de mil pesos. Sin embargo, en el DIF se ocuparon de hacer descuentos que oscilaron entre los 200 y 400 pesos, así que el apoyo fue muy pequeño para las trabajadoras. Se vieron muy pinches los funcionarios de la institución al no pagar ellos el ISR o el impuesto que correspondía. El detalle fue fregar al prójimo. Así es este gobierno.

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