Nunca te enseñan a ser un buen padre.
Por: Luis Sigüenza
Ser padre es una tarea muy difícil en este mundo, nunca nos enseñan a ser un buen padre; recuerdo ese 26 de noviembre del 2004 cuando por la tarde nació mi hija Diana, ahí en ese momento cambió la vida.
Soy un tipo que creció con unos padres poco cariñosos, digo las generaciones de los cuarentas no sabían de muchos abrazos o de besos; con solo ver la película “Una familia de tantas” (1942), te darás cuenta cómo eran nuestros abuelos y cómo crecieron nuestros padres.
El viejo como ahora lo llamo, me quiere llenar de consejos y de historias que en su andar le parecen interesantes; tengo la dicha de decir que aún está vivo mi padre, lo visito muy de vez en cuando, me alejé de él muchos años, pero eso es otra historia.
Hoy que soy padre, entiendo poco a poco lo difícil que es ser un buen padre, creo que pocos lo logran, siempre seremos juzgados por los hijos, sea para bien o para mal, lo cierto es que ellos, los “Padres” son una parte importante de nuestra vida y crecimiento; así como, la formación de nuestra existencia.
Soy de la idea que un padre debe de ser un amigo para sus hijos, pero a la vez una guía para que tenga herramientas necesarias para la vida; no podemos ser tan blandos ni tan duros y encontrar el punto medio es muy complicado.
Es tan difícil decir cómo ser buen padre que hay miles de libros, conferencias, congresos y demás con la finalidad de enseñarnos a ser unos buenos padres.
Pero soy un padre lleno de defectos, que tiene muchos errores y temores, soy sin lugar a dudas un padre que no supo en su momento defender o atender a dos de sus hijos, los papás que nos divorciamos no somos bien vistos, y es que fallamos a algo que nunca debería de pasar, el dejar la familia.
Y hay muchos puntos de discusión sobre el tema, lo cierto es que en los divorcios los únicos que pierden son los hijos, ya sea una madre o un padre, y, muchos no entendemos dicha situación.
Sí, me confieso, no soy un buen padre, soy un hombre con errores y defectos, pero también confieso que amo a mis tres hijos, que nunca dudaría dar hasta la vida por ellos, todos tenemos historias distintas y complejas, pero lo único que sé hoy es que ser padre no es tan fácil como pensé.
Al pasar el tiempo, y cuando llegue el momento llegará mi juicio, y ellos, los hijos son los jueces más hermosos o más duros que puedas tener, no hay una fórmula perfecta para ser un buen papá, pero juro que todo lo que he dado por ellos es con el corazón, sé que en ocasiones faltó dar más, un poco más, pero soy humano y cara a cara, frente a frente digo: Soy padre, no el mejor, pero sí amo a mis hijos con todo mi corazón.
Ser padre a kilómetros de distancia no es fácil, de hecho es casi imposible, pero sigo siendo su papá aquí en el alma, no hay nada que cambie eso. Soy padre, no soy el mejor, pero soy el que les tocó.