Veracruz, ejemplo al sustituir tiraderos a cielo abierto por rellenos sanitarios
Boca del Río, Ver., 21 de agosto de 2024.- Con 14 rellenos sanitarios y 5 centros de transferencia, Veracruz dispone del 65% de sus residuos sólidos, evitando que en los próximos 12 años, 54 millones de metros cúbicos de lixiviados contaminen el suelo. Ahora, 40 mil toneladas de basura son reutilizadas y un millón 50 mil dispuestas en sitios de acopio, reciclaje y tratamiento.
A través del Plan de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos y de Manejo Especial de la Procuraduría de Medio Ambiente (PMA), la entidad es pionera y ejemplo nacional al examinar e implementar acciones, respondiendo a la demanda social de atender el problema de tiraderos a cielo abierto.
Al respecto, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez resaltó que la coordinación con los ayuntamientos fue necesaria para intervenir adecuadamente, revertir el daño ambiental y actuar con visión a largo plazo como en los casos de Veracruz y Xalapa. “La responsabilidad de cuidar el entorno es de todos y la educación es pieza fundamental en el proceso de cambio”.
Otro ejemplo de conservación es la modernización del Aquarium del Puerto de Veracruz, enfocada a que niños y jóvenes aprendan la importancia de conservar la naturaleza; a ello se suma el poyecto de construir un santuario en el Área Natural Protegida Tembladeras, donde especies afectadas por acciones del ser humano serán rescatadas.
“Ningún gobernador había comprendido la importancia del manejo adecuado de residuos y ninguna Procuraduría estatal había asumido la responsabilidad, una característica que se requiere en los líderes políticos”, reconoció el consultor ambientalista Carlos Álvarez Flores.
Acompañado por el titular de la PMA, Sergio Rodríguez Cortés, el mandatario entregó el Plan a los presidentes municipales de Ángel R. Cabada, Apazapan, Coyutla, Coatepec, Coatzintla, Córdoba, Cosamaloapan, Ixcatepec, Juan Rodríguez Clara, Las Minas, Oluta, San Rafael y Santiago Tuxtla.
El documento establece cinco metas: fortalecer las capacidades de vigilancia e implementar declaratorias de emergencia en tiraderos a cielo abierto, mantener una cultura de mitigación de riesgos, reunirse con ayuntamientos y centros de concentración masiva a fin de gestionar el manejo de basura, coordinar medidas correctivas mediante convenios y sensibilizar a la población en el tema.