Tres de cada diez adultos mayores han sufrido maltrato
Ciudad de México., 18 de junio 2024.- Aunque las personas adultas mayores conocen sus derechos en general, en numerosas ocasiones no los pueden ejercer por su vulnerabilidad, condición física, necesidad de cuidados, etcétera. “No se animan a algo tan esencial como opinar o tomar decisiones; guardan silencio para no arriesgarse a dejar de recibir el cuidado de los familiares”, asevera Virginia Amalia Vázquez Téllez, académica de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, de la UNAM.
Por supuesto, el maltrato tampoco se denuncia. Tienen miedo de que haya aún más abuso, explica. Además, no se debe perder de vista que, dentro de ese grupo poblacional, hay quienes son más vulnerables: mujeres, de alguna minoría (indígenas, por ejemplo) y con discapacidad.
Ante ese panorama, se requiere reconocer y hacer visible esa condición que viven varios ancianos para promover una cultura de envejecimiento activo y saludable entre ellos y en el resto de la población, porque “existe una gran probabilidad de que todos alcancemos los 60 años o más. Lo que hagamos ahora repercutirá en nuestro futuro y en el adulto mayor que podamos llegar a ser”, enfatiza.
De acuerdo con la especialista, también hay que erradicar esa visión negativa, envuelta en prejuicios y estereotipos que denominamos “viejismo”, que constituye una forma de discriminación debido a cómo los vemos, nos referimos a ellos o los tratamos. Por el contrario, se debe reconocer la valía que tiene su presencia dentro de las familias, por sus conocimientos y experiencias.
Entrevistada sobre el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, que se conmemoró el sábado pasado (15 de junio), la universitaria refiere que además del maltrato físico hay otros, como el psicológico, la explotación financiera, el abandono y el abuso sexual.
Algunos ejemplos: daño corporal; actos verbales o no verbales que generan angustia, desvalorización o sufrimiento; contacto sexual no consentido; descuido o desamparo de una persona que depende de otra; el uso ilegal de sus fondos, de la propiedad o los recursos; y la falta de políticas sociales y de salud adecuadas.
En nuestro país –donde según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo en el tercer trimestre de 2022 había 18 millones de adultos mayores, es decir, 14 % de la población– el porcentaje que ha sufrido esos u otros actos de agresión podría alcanzar el 20 %. “El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores señala una cifra del 18.5 %; algunas otras investigaciones registran más del 32 %.
Y se prevé un incremento del problema, que estos números estarán en aumento, pues hay un proceso de envejecimiento de la sociedad, afirma.
Los agresores
Vázquez Téllez alerta que, por lo general, no hay que buscar a quienes ejercen ese maltrato fuera de casa. “En la mayoría de los casos se trata de los propios hijos, a veces los nietos, incluso la pareja, cuando existe”, aunque también puede tratarse de vecinos o desconocidos.
En las instituciones públicas y privadas cada vez hay más capacitación e información para darles mejor atención y servicio; no obstante, aún se reportan atropellos por parte de servidores públicos.