24 noviembre, 2024

Testigo Confesionario Rasputín

Por Francisco Rubén Chávez Osorio

Xalapa, Ver., 09 de junio 2023.- México como país ha transitado por innumerables hechos de los cuales se han escrito muchos libros, himnos y canciones, así como también se han filmado todo tipo de documentales y películas que versan desde datos históricos, así como también mitos y leyendas que dan forma a tantas y tantas festividades que revisten de colorido y sabor a través de las expresiones folclóricas tan distintivas de nuestra república mexicana.

Veracruz sin duda ocupa un lugar singular dentro de la historia nacional por acontecimientos ocurridos en los diferentes lugares a lo largo y ancho del mismo, así por ejemplo el caso de la ciudad y puerto de Veracruz, que ostenta la mención de ser la cuatro veces heroica debido al valor y arrojo de sus habitantes que en diferentes ocasiones hicieron frente a quienes atacaron la ciudad es importante hacer referencia a un caso en particular: la invasión por parte de las tropas del ejército estadounidense en el año de 1847; la historia más contada habla de cómo algunos oficiales y cadetes de la escuela naval militar, a los cuales se sumaron algunos policías y civiles de los cuales existen algunos nombres y apellidos que fueron los que también hicieron frente a los extranjeros, sin embargo los propios testimonios históricos dan cuenta de cómo centenares de ciudadanos al estilo de una de las estrofas de nuestro himno nacional, tan pronto como se vieron invadidos o en pretensión de ello por parte de invasores (“un extraño enemigo”), con lo que tuvieron a la mano defendieron hasta ofrendar sus vidas en un sentimiento que pertenencia patriótica y defender su suelo hasta expirar, pero este tipo de arrojo y ofrenda no se dio como un acto de magia.

Hubo entre los verdaderos actores, líderes que inspiraron y motivaron a la lucha en defensa del suelo (la patria) como un deber nacionalista.

Resulta que precisamente desde la ciudad de Veracruz surgió de entre la población un personaje que, movido por la indignación derivada de los abusos de los integrantes del ejército norteamericano en contra de los veracruzanos y mexicanos en general, aquel ciudadano español de nacimiento, pero que como a muchos extranjeros les ocurre al llegar a convivir con el pueblo mexicano, llegan a sentirse identificados y hacerse uno con nosotros. Pero más aún porque este personaje era un líder nato, de formación humanística, quien además poseía grandes conocimientos tácticos, debido a que se había unido como voluntario a los hospitales de sangre y también como capellán del segundo regimiento de infantería, de ahí que se le concediera el nombramiento de capitán; el no soportaba los abusos e injusticias que se cometían, así con determinación y arrojo aquel fraile franciscano quien fuera párroco de La Merced en la ciudad de Veracruz, conmovido hasta lo más profundo tomó la fuerte decisión de tomar las armas sumándose al movimiento de la guerrilla para hacer frente a los invasores.

Y es que al salir de la universidad Jarauta ingresa al monasterio franciscano alrededor de sus 19 años, entre 1808 y 1814 estalló la guerra carlista en España; en donde Jarauta se sumó a la guerrilla, de ahí su alta formación en tácticas y estrategias de esa naturaleza.

Así una vez adherido a la lucha, sorprendió a muchos ya que aquella figura “del cura Jarauta” arengaba a los ciudadanos a defender su patria, su nación…una figura sorprendente para muchos pues demostró destreza y habilidad al actuar con estrategia dando excelentes resultados; le fue concedido el título de capitán y una de sus principales tareas fue combatir en el conocido Camino Real que comunicaba a Veracruz con Xalapa, siendo la zona comprendida entre Paso de Ovejas, Puente Nacional y hasta Cerro Gordo donde se tienen datos de varias de sus hazañas y logros, siendo uno de ellos muy especial ocurrido aquel 6 de junio de 1847.

José Celedonio Domeco de Jarauta, aquel fraile franciscano de origen español pero que como otros personajes se enamoró del pueblo mexicano y de su gente, que fundió su formación humanística en un momento a manera de una lucha social más allá de lo cristiano, pero fundamentalmente al rescate y el auxilio de las clases más necesitadas en ese momento, que era la población civil indefensa, quienes sufrían todo tipo de abusos a manos de militares extranjeros.

Cabe recordar que el 13 de mayo de 1846 los Estados Unidos de Norteamérica le declararon la guerra a nuestro país; siendo en marzo de 1847 que tuvo lugar aquella invasión a gran escala del puerto de Veracruz, con una serie de bombardeos a la ciudad y el desembarco de las tropas.

Así, José Celedonio Domeco de Jarauta movido por todo ello tomó la decisión de ser parte activa de la resistencia mediante la participación en la guerrilla, que según versan los textos, le fueron entregadas un par de pistolas y una montura como parte de su equipo de combate en donde se distinguió por su actuar táctico a pesar de no haber sido formado como militar.

Se dice era de baja estatura, pero robusto, de nariz aguileña y ojos oscuros, además de que se le podía apreciar siempre bien vestido, rasurado de la barba y correcto en su hablar…

Con el pasar de los años y a lo largo de la historia muchos eventos y aspectos quizá olvidados de manera intencional, pues como suele suceder, existen muchos datos, narraciones y demás que son aportados o escritos a modo y/o a gusto de quien en ese momento tiene el poder de hacerlo.

Ha sido gracias a la extraordinaria aportación del joven historiador Julio César Rincón Vargas, quien justo el año pasado y con motivo de la recopilación de material de campo llegó hasta Tolome, la segunda comunidad más importante después de la cabecera del municipio de Paso de Ovejas, Ver., donde dictó una conferencia con la temática de nuestro personaje en mención.

Y ¿Por qué en esta comunidad?, pues resulta que, para sorpresa de los propios habitantes, así como del público en general, el historiador nos dio a conocer que ha sido en Tolome donde ocurre un gran acontecimiento en materia de guerra, en aquel entonces de la guerrilla a la cual se había sumado el fraile Jarauta contra casi nada; uno de los ejércitos más poderosos del mundo en aquel tiempo, el de los Estados Unidos de Norteamérica.

“El 6 de junio de 1847 en la población de Tolome, se libró una batalla olvidada hasta este momento, pero que es uno de los hechos más significativos de la historia de nuestro país por ser una completa victoria de las fuerzas mexicanas…
En un parte oficial dirigido a la sección de operaciones del Ministerio de Guerra y Marina por el gobernador de Veracruz, Juan Soto, se narra una de las acciones de guerra más importantes ocurridas en México en la cual se capturó una bandera estadounidense.”

Un hecho inédito y de gran calado en materia militar, de tal suerte que el nombre de Jarauta cobró gran fama y llegó incluso a ser blanco de los invasores por un lado y por el otro de quienes no veían con agrado que fuera un fraile quien actuara con verdadero arrojo y amor por un país que ni siquiera era el suyo de nacimiento, más si por adopción, y cuya entrega dejaba de manifiesto sus logros y hazañas.
La imagen de un clérigo montando a caballo y empuñando con una mano la bandera mexicana y a la cintura una pistola era de gran impacto para todos, una arenga en todo sentido para nuestros compatriotas y motivo de envidia para otros tantos, por ello no es de extrañarnos que los propios pobladores de Tolome se unieran al combate con el capitán Jarauta, logrando así ese hecho heroico e histórico.

Por ello la conclusión simple y totalmente apegada a derecho natural, si la ciudad de Veracruz se ha hecho merecedora de ser llamada heroica por su defensa ante el ejército invasor, ¿acaso no es justo que Tolome sea también considerado pueblo heroico al arrebatarle aquí su bandera el ejército invasor, además el más poderoso del mundo?, y por supuesto al noble y aguerrido capitán de la guerrilla Celedonio Domeco de Jarauta.

Los refranes, que son la sabiduría popular rezan que: “honrar, honra”. Es preciso hacer el reconocimiento que se merece el coronel Jarauta, (hasta ese rango llegó a ser reconocido dentro del ejército mexicano), ese excelente guerrillero que no cesaba en su entrega y combate por la defensa de nuestro país ante la invasión del ejercito extranjero.

Hoy en día ya algunos pobladores organizados y profesores están trabajando en ello, aunque lamentando el desconocimiento y falta de interés de quienes gobiernan el municipio y estado, pero que debe ser de interés nacional.

Justicia y honor al coronel José Celedonio Domeco de Jarauta.

About Author

error: Content is protected !!