Se llena el TSJEV de improvisados
Miguel Ángel Gómez Ruiz
Xalapa, Ver.
Nota de opinión
Es triste que el gobierno de Veracruz, en complicidad con los diputados locales –en su mayoría, de Morena- se haya inmiscuido en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz (TSJEV).
Es sabido que están nombrando como jueces a personas inexpertas, sobre todo en materia de lo familiar.
No olvidemos que en el Poder Judicial la doctora Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros fue la primera en sostener en su tesis doctoral el tema de lo familiar. De ese tema se inspiró en su libro “Proceso Jurisdiccional en Materia Familiar” con el que obtuvo el Magna Cum Laudae.
Hoy, muchos se sienten capacitados para hablar del Derecho Familiar, pero no tienen experiencia. Sería sano que la magistrada Isabel Inés Romero Cruz –que parece que se levanta cada mañana con dos pies izquierdos- le pidiera a la magistrada Castañeda Palmeros a que le ayude a capacitar a jueces sobre ese tema tan importante, pero parece que puede más la soberbia, el falso orgullo y por eso es que no se avanzará en esa material. Son muchos los que hablan sobre la mediocridad y malas vibras de la presidente del Poder Judicial.
Y un ejemplo claro de soberbia pero a la vez de incapacidad y falta de conocimientos lo vemos en la jueza Dania Iveth Arenas Pérez.
En una carta abierta dirigida al gobernador Cuitláhuac García, a la presidente del TSJEV Isabel Inés Romero Cruz y al público en general, trabajadores del juzgado Décimo Especializado en Materia Familiar de Xalapa, se quejan de Dania Iveth. Aseguran que es altanera, bipolar, grosera, prepotente y además, ignorante, pues de leyes poco sabe.
Inclusive, aseguran que en el juzgado ha presumido de su amistad con Isabel Inés Romero Cruz, a quien le cortaba y pintaba sus uñitas tanto de manos como de sus pies. Así de grave el asunto.
Lo peor del caso es que la jueza no se mide e insulta al personal delante de abogados, de todas aquellas personas que acuden en busca de justicia y que también resienten los malos tratos de alguien que ya se cree intocable.
Es grave que el amiguismo continúe en el Poder Judicial. De por sí ya van dos presidentes (mujeres) que demostraron que no saben ni papa, ahora imaginen cómo está el resto de las áreas. De Dania Iveth Arenas Pérez saben que sí llegó a través de sus relaciones, pues siempre ocupó cargos menores y ahora la ascienden como jueza de Primera Instancia, cuando todo sabemos que para eso se requiere de experiencia judicial, de la cuál carece la interfecta.
Tan ineficiente es, aseguran, que la propia Isabel Inés Romero Cruz le envió a cinco proyectistas para que le ayuden a sacar el trabajo y mire usted que ni así.
Por eso es que los trabajadores piden la intervención del gobernador, para que tome cartas en el asunto. No es posible que en un juzgado haya intocables y que presuma de la buena amistad con la presidente, como ha sido el caso.
Si en realidad la jueza no tiene experiencia, sugieren que mejor siga cortando y pintando uñas.