24 noviembre, 2024

Poder Judicial, más hundido que el Titanic

Contrapunto

Miguel Ángel Gómez Ruiz

Xalapa, Ver. Es indudable que se tiene que investigar si el contrato de limpieza en el Poder Judicial tiene algunas irregularidades, pues la firma del mismo se le atribuye a Enrique Navarro, mejor conocido como “El tortas”.

Se dice que en el Congreso del estado el cobro por el servicio de limpieza superó los tres millones de pesos y habría que investigar si no recurrió a prestanombres para hacerse también del contrato en el deteriorado Poder Judicial.

De ser así, podría ser un contrato de mayor valor, pues el Poder Judicial cuenta con más edificios y tiene una mayor extensión de terreno.

El famoso “Tortas” era un don nadie hasta que, como militante de Morena, ingresó a dos dependencias en donde manejó recursos a su antojo y se enriqueció. En el Congreso local hay trabajadores de Morena a los que no les cuesta comentar que el sujeto dispuso de dinero y ahora presume su riqueza, protegido por el líder del Congreso, Juan Javier Gómez Cazarín.

Ojalá se revisara ese tema, pues los contratos que firma Morena, por lo menos hasta ahora, no son muy claros y se sospecha que una o varias personas podrían resultar beneficiadas con las firmas.

Vaya, que aclaren el tema, así de sencillo.

Suciedad

Pues, aunque se contrate a la empresa más lujosa y carera, la administración que encabeza Isabel Inés Romero Cruz se ha conducido de la peor forma. Todo parece estar muy sucio.

Dispendio de recursos, sueldos elevados a los empleados de más confianza y selección de personas con perfiles ajenos a lo que se requiere allí ha sido la constante.

Han nombrado a jueces sin capacidad, por ejemplo, a algunos que se han prestado al juego para encarcelar a aspirantes y candidatos de partidos contrarios a Morena y si eso se confirma, la propia Isabel Inés podría tener problemas. De por sí ya los tuvo hace años, cuando estuvieron a punto de despedirla por una anomalía que cometió, tras ocultar un amparo que un preso había obtenido.

Y el tema de la poca atención a la pandemia de coronavirus que afectó gravemente al Poder Judicial, no sólo por los meses que tuvieron que parar varios meses, sino porque muchos trabajadores murieron, entre ellos varios jueces que tuvieron que laborar en juzgados y ciudades judiciales que no fueron sanitizadas.

Peor aún, la justicia digital no llegará pronto a Veracruz. No se sabe que haya planes, mucho menos porque Isabel Inés Romero Cruz se baja de su camioneta, sube con una o dos personas hasta su despacho, se encierra y no atiende a nadie.

Más de la mitad de los organismos de justicia en el país (17) ya cuentan con justicia a distancia y ya hay juicios y se ejecutan penas, pero aquí ni soñando, si eso no pasó por la mente de Sofía Martínez Huerta mucho menos ocurrirá con Isabel Inés Romero Cruz, de quien aseguran algunos empleados, está enferma.

Y aunque pareciera que al gobierno del estado y al diputado Gómez Cazarín no se les dificulta colocar a quien quieren, no les será fácil subir a alguno de sus 20 magistrados que han impuesto allí, sin contar a Sofía ni a Isabel Inés. Todos sabemos que la mayoría no tienen carrera judicial, están allí por el pago de favores porque se arrastraron bajo las siglas de Morena y la cuarta transformación, pero de que sean muy duchos para los temas judiciales nomás no.

Estoy totalmente convencido que la persona con más conocimientos y capacidad, por su brillante trayectoria allí es la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros. Ella cuenta con la experiencia en 16 juzgados, como magistrada desde 1995, con un premio al Mérito Judicial, con dos maestrías, un doctorado y una entrega completa. Una experiencia de 49 años y honradez a toda prueba.

Me comentaba un magistrado que está en retiro que le sorprende mucho –hablando de los nuevos magistrados- que se haya elegido a personas con alguna carrera o inclusive maestría, que no son muchos, pero que nada tiene qué ver con el derecho procesal o alguna materia afín: “Son improvisados. Algunos tienen un nivel de jefe de departamento pero no los conocimientos que debe tener un magistrado. Salen adelante porque tienen asesores, pero su preparación (de los 22) es prácticamente nula, quizá uno o dos se salvan pero no para tener nivel de magistrados”.

Veremos qué pasa, porque en este momento, el Poder Judicial parece estar más hundido que el Titanic.

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