Poder Judicial en Veracruz, hundido
Contrapunto por: Miguel Ángel Gómez Ruiz
Uno de los temas que más acaparó titulares durante el año fue el del Poder Judicial de Veracruz. Primero, en 2019, cuando fueron electas trece personas, la mayor parte de ellas sin carrera judicial o bien, que ocuparon cargos menores en juzgados pero que, por influyentismo, ocuparon el cargo de magistrados. La mayor parte de los que integraban ese grupo no lo merecía, pero allí quedaron.
Cierto, entre esas trece personas se encontraba Sofía Martínez Huerta, que provenía de un juzgado municipal en Coatepec en el que nunca ascendió. Sí, estudió cuando ya tenía una avanzada edad y también fue apoyada por su amigo, Dionisio Gutiérrez, uno de los peores magistrados en la historia del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz (TSJEV), pues muchos cuentan que siendo magistrado aún litigaba.
También, se encontraba Isabel Inés Romero Cruz, que tuvo muy malos momentos al interior de ese poder, pues siendo una empleada administrativa tuvo la osadía de ocultar un amparo que había ganado un preso. Por ende, merecía ser sancionada por violar la Ley de Amparo. Sólo que para evitar la cárcel le suplicó al entonces presidente, Julio Patiño que la ayudara y éste la envió de incógnita a un juzgado lejano. Ni ella, ni Sofía Martínez contaban con el talento y la preparación para llevar las riendas del TSJEV, pero allí están, colocadas por el gobernador Cuitláhuac García y el diputado más pillo del Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín.
Por cierto, ahora que está Isabel Inés Romero al frente, se confirma que ella es sólo un adorno. Ella no toma las decisiones, el que más influencia tiene allí es Humberto Hernández Reducindo, un sujeto que no pasaba de mataperros en el Congreso local, causante de que algunas iniciativas aprobadas por Morena fueran revertidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), como fue el caso de la Reforma Electoral, en la que indebidamente, los legisladores de Morena decidieron quitar prerrogativas a partidos políticos en Veracruz.
Otro caso grave fue que no se respetaron los amparos promovidos por los magistrados Marco Antonio Lezama Moo y Roberto Dorantes. Ambos amparos ya causaron estado y sólo hay que esperar a que –con la cola entre las patas- los legisladores de Morena los reinstalen, porque así debe ocurrir.
Tanto Sofía Martínez como Isabel Inés Romero manejaron muy mal el tema de la epidemia de coronavirus. Hubo contagios y tanto trabajadores como abogados y hasta justiciables han estado en riesgo por las torpes medidas ordenadas. Peor aún, hay un grave rezago en la impartición de justicia, miles de expedientes, miles de casos sin resolver y la presidente, como si nada.
Apenas hace dos o tres días, el edificio del Poder Judicial en Veracruz sufrió daños a causa del fuerte norte que azotó en el litoral veracruzano. Muchos expedientes se podrían haber perdido y con ello, más retrasos.
Del mismo modo, no hay planes, por lo menos hasta ahora, que se vaya a implementar la justicia digital. Ésta se encuentra en pañales en la entidad y si de eso se trata está muy maloliente. Hay muchas magistradas y magistrados nuevos que al no tener carrera judicial ponen en riesgo miles de asuntos.
En fin, todo hubiera sido más fácil y no dejaré de insistir en ello, en que se hubiera recurrido a la persona más preparada dentro del Poder Judicial y me refiero a la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros. Ella siempre ha dado la cara, no se encierra en un despacho, tiene dos maestrías y un doctorado. Fue el promedio más alto de su generación en la Facultad de Derecho. Fue magistrada supernumeraria y posteriormente por decreto, magistrada numeraria inamovible. Trabajó de forma brillante en 16 juzgados, ocho civiles y ocho penales y jamás fue señalada de algún acto de corrupción. Conoce la ley al derecho y al revés y para más, en 2011 obtuvo el Premio al Mérito Judicial, el más alto honor que puede recibir un jurista.
Con ella como presidente, el TSJEV habría recobrado la credibilidad y muchas cosas hubieran avanzado.
Cuitláhuac, bajo escrutinio
Luego que la Suprema Corte de Justicia de la Nación echara abajo –y con justa razón- la Reforma Electoral propuesta por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez en la que se le descontaban prerrogativas a los partidos políticos y además, quedaba definido que no iría a consulta en 2021 para saber si los veracruzanos determinarían si seguiría o no en el poder, la desesperación cundió en Palacio de Gobierno en Xalapa.
La realidad es que el mandatario sí irá a esa consulta en 2022 y aunque parece muy convencido de que seguirá siendo gobernador, un gran sector de la población rechaza su gestión. Vaya, aunque parezca estar orgulloso de presumir un 30 por ciento de aceptación, el mandatario veracruzano ha estado siempre entre los lugares 29 y 32 en aceptación, o sea, en los últimos lugares. Para más, los peores gobernadores han sido los de Morena. No hay duda, los peores son Cuauhtémoc Blanco, Miguel Barbosa y el propio Cuitláhuac García.
Varias dependencias en subejercicio, obras prometidas que jamás se realizarán y lo que es peor, su administración no tiene pies ni cabeza. El tema de la inseguridad en Veracruz lo ha traído loco desde el inicio de su gestión y no ha tenido capacidad para salir adelante. Impuso a Verónica Hernández como Fiscal General y ésta también ha sido un fiasco. Su secretario de gobierno lo ha opacado y no porque sea brillante, sino porque lo bloquea dondequiera que está. Hasta la propia Rocío Nahle, que ansía la candidatura a la gubernatura (pese a que sabe que no ganará) lo minimiza.
Se hablaba que podría irse en diciembre pero ello sería desastroso para Morena, sobre todo porque viene un proceso electoral que será muy difícil para el partido en el poder. Ya no basta con las dádivas que le dan a la población o que sigan hablando de corrupción pese a que este gobierno lleva dos años. Algo tendrán que hacer y eso es seguro, por lo menos hacer como que trabajan.
Alianza PRI-PAN-PRD
Puede ser que la alianza “Va por México” no le guste a muchos, pero también hay muchos mexicanos que quieren un equilibrio en la Cámara de Diputados para frenar las barbaridades cometidas por diputados federales –muchos electos por tómbola- y que desconocen sobre legislación. No basta con tener un presidente que gusta de los medios y los utiliza a su antojo. Hay que saber legislar y saber gobernar y nada de eso ha ocurrido.
Hoy, el PRI se ha fortalecido, el PRD se ha renovado y el PAN tiene un voto duro y útil en gran parte del país. En muchos lugares del país Morena ha dejado de tener simpatía entre la población y sobre todo, la gente se harta muy rápido cuando no hay los resultados prometidos.
Sin duda que la alianza “Va por México” obtendrá buenos resultados. Por lo menos se requiere que haya un equilibrio en el poder y con ello, se frene la barbarie cometida por los morenistas, acompañados de muchos diputados de baja calaña como son los petistas.
PD. Jamás olvidaremos 2020. Es muy posible que no recordemos grandes cosas ocurridas en otros años, pero sin duda, jamás olvidaremos este año, con una pandemia terrible, una pésima economía en el país, una alta cifra de muertos (tanto asesinados como fallecidos por la epidemia de Covid-19) y sobre todo, los feminicidios, la falta de medicamentos para niños con cáncer y un show mediático que ya harta a muchos como son las mañaneras. Ojalá y todo cambie, porque este país va directo al abismo. Ojalá que 2021 sea un año distinto, que los mexicanos entremos en razón y que luchemos no sólo por vivir, sino por un mejor país. Sinceramente les deseo un mejor año y que haya éxitos.