Los apapachos de Adán Augusto a Yunes; Adan le pone avión a su disposición

La 4T es generosa con aquellos que hacen aportaciones valiosas a la causa del movimiento.

El polémico senador jarocho Miguel Ángel Yunes Márquez ex panista que encontró acomodo en la bancada de Morena se hartó de que la gente lo señalara como “traidor” en sus apariciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México durante los vuelos comerciales para regresar a Veracruz y así se lo hizo saber al coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández.

Y no pasó mucho tiempo antes de que López Hernández tomara cartas en el asunto: le ofrecía a Yunes Márquez la posibilidad de que tomara un vuelo privado en un jet que parte del Aeropuerto de Toluca hacia Veracruz para que el senador que aportó el voto decisivo de la reforma al Poder Judicial ya no tuviera que lidiar con esas molestas recriminaciones.

Adán Augusto y Ricardo Monreal consiguen aviones fácilmente y se sabe”, confió una fuente parlamentaria.

“Yo he viajado a Veracruz desde la Ciudad de México y me tocó ver cómo le gritan ‘traidor’ a Yunes, pero luego lo dejé de ver. Y sí: sí supe que le pusieron un avión que sale de Toluca”, aportó otro legislador.

A instancias de Adán Augusto, la bancada ha dispensado todo al legislador ex panista: un escaño, la presidencia de la comisión de Hacienda y hasta un vuelo privado para regresar a su tierra y evitar que sea increpado por la gente, confió una fuente acreditada que supo del trato que la 4T en el Senado ha comenzado a dispensar a Yunes Márquez.

De acuerdo con testimonios recabados, fue Adán Augusto el responsable de gestionar con Miguel Ángel Yunes Linares el voto de su hijo en favor de la reforma al aparato judicial, con una prebenda a cambio: la cancelación de la orden de aprehensión que pensaba en contra de Yunes Márquez.

En efecto: el pasado 9 de septiembre, un día antes de que votara en favor de la reforma judicial, la Fiscalía de Veracruz se desistió de la orden de aprehensión en contra de Miguel Ángel Yunes Márquez, con el argumento de que 11 testigos y una sentencia electoral confirmaban que no había falsificado su constancia de residencia para contender por la Alcaldía del Puerto de Veracruz.

Yunes Márquez adoptó primero por un perfil discreto en el Senado; de hecho, su entrada al salón de sesiones la hacía con sigilo. El veracruzano fue arropado por el coordinador de Morena en el Senado y encontró acomodo en el área cercana al escaño del tabasqueño.

Adán Augusto López Hernández no ha vacilado ni un instante a la hora de dar la cara por su protegido: a principios de diciembre, de hecho, estuvo a punto de liarse a golpes con senadores del PAN después de que Mario Humberto Vázquez se burlara de Yunes.

“Le eliminaron órdenes de aprehensión antes de que él concediera y cediera… y las diera”, declaró desde su escaño el panista, desatando la ira de su ex correligionario.

Encabezado por Adán Augusto, un grupo de morenistas llegó envalentonado a los escaños panistas buscando pelea y para exigir al senador originario de Chihuahua que se disculpara con Yunes.

“Aquí o donde te vea, te voy a partir tu madre”, amenazó Yunes a Mario Humberto Vázquez.

“Y si no, lo hago yo”, terció Adán Augusto.

En febrero de este año, con el testimonio en el salón de sesiones de su papá, Miguel Ángel Yunes sería premiado con la presidencia de la Comisión de Hacienda.

Un mes después, recibió trato deferente de Adán Augusto el día en que una brigada de Morena llegó al Senado a afiliar a cuadros al movimiento, encabezada por la lideresa nacional, Luisa María Alcalde, y el secretario de Organización, Andrés Manuel López Beltrán.

Yunes Márquez no tuvo empacho en exigir que su afiliación fuera con bombo y platillo: con la bendición del propio Adán Augusto y del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quienes lo flanquearon sonrientes en la foto.

Esa misma noche, contra todo pronóstico, a Yunes se le descompuso la luna de miel que vivía con Morena: la Gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, protestó por su incorporación al partido oficial con una fuerte acusación: un presunto involucramiento en la trama de la “carpeta azul” de lavado de dinero y otros delitos.

Yunes terminaría perdiendo ese round: se vio forzado a emprender una graciosa huida y solicitar que su militancia fuese retirada mediante un escrito dirigido a Luisa María Alcalde.

Con sorna, dijo que iba a guardar “como recuerdo” la credencial que lo acreditaba como militante.

Días después, en los entretelones de un pleito soterrado, Adán Augusto bloqueó la llegada de la lideresa de Morena a un cónclave con senadores a quienes les explicaría la decisión que había tomado de no aceptar la afiliación de Yunes Márquez.

Información Grupro Reforma

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