Las dos mujeres presidentes del Poder Judicial en Veracruz fracasaron
Miguel Ángel Gómez Ruiz
Editorial
Las dos últimas presidentes en el Poder Judicial de Veracruz han sido quizá, las más grandes decepciones. Lo que debiera ser motivo de orgullo por el hecho de que han sido las dos primeras mujeres en presidir el Poder Judicial del Estado de Veracruz (PJEV) ha sido lo opuesto.
La primera, Sofía Martínez Huerta, fue destituida por un mini pleno de magistrados (as) tras considerar que había malversado recursos del Fondo Auxiliar de ese poder. Además, su soberbia la hundió.
Se entiende que jamás gozó de riqueza, pues fue secretaria de un juzgado municipal por más de 30 años y tuvo la gran suerte de estar afiliada a Morena. Tanto el gobernador Cuitláhuac García como el diputado Juan Javier Gómez Cazarín consideraron que sería manejable y que poco a poco cedería el control del Poder Judicial.
Si bien ella se prestó al juego, poco a poco fue colocando a alfiles que respondían a sus intereses. Benefició a sus hijos, a su nuera Mayra Angélica Martínez Juárez y logró en poco tiempo acumular una buena fortuna. Ahora está en riesgo de que le quiten la magistratura.
El caso de Isabel Inés Romero Cruz fue peor. De gris trayectoria en el Poder Judicial, con varias anomalías y actos de corrupción que pudieron llevarla a la cárcel, tuvo la fortuna de pegarse a las campañas de Morena y se dice que por recomendación del presidente López Obrador llegó al cargo.
Su carrera judicial fue mediocre. Violentó la ley de amparo, se le vinculó con un magistrado que sufrió una embolia y que ya no forma parte del Poder Judicial y ahora se dice que está enferma. Nadie ha dicho de qué, pero regularmente se encierra en su oficina y a veces sale a tomar un poco de aire en el balcón privado con que cuenta. Pero no atiende a nadie.
En su gestión ha habido más tropiezos que aciertos. De hecho, no ha tenido ningún acierto, más que darle poder a sus más cercanos.
Una de sus ocurrencias, por instrucciones de sus jefes, fue nombrar como directora de la Escuela Judicial a Carla Rodríguez, la funcionaria consentida que actualmente es la representante del Gobierno del Estado ante el Poder Judicial y que muy pronto podría ser magistrada y presidente de ese poder.
Carla Rodríguez no tiene una trayectoria judicial. Es Notaria Pública en Córdoba y aunque presume una maestría se la ha pasado en cursos y diplomados. Era empleada del secretario de gobierno Eric Cisneros.
Parece mentira que el Poder Judicial se haya llenado de escoria en tan poco tiempo y que ahora la justicia esté en juego, con 19 magistrados promovidos por Morena y que no tienen carrera judicial. Pudiera ser que uno o dos tuvieran cierta experiencia, pero la mayoría son improvisados o responden a otros intereses.
La Escuela Judicial
Es obvio que aún quedan magistrados con carrera y vasta experiencia judicial. Uno de esos casos es el de la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros.
Ella participó en la década de los 90’s en la Escuela Judicial impartiendo conferencias, cursos de práctica forense, mercantil y familiar. Por supuesto que su experiencia es mayor que las dos presidentes y la misma Carla Rodríguez, sin embargo, las decisiones que toma Isabel Inés Romero Cruz son por venganza y por su propia incapacidad.
Imagine en este momento la Escuela Judicial en manos de alguien sin experiencia y que está allí sólo por recomendación. Sobre todo, porque hay muchos jóvenes que acuden allí a aprender y no se les puede poner en manos de quienes menos saben.
Los magistrados que tienen más tiempo poco a poco son excluidos. Pocos lo saben, pero la magistrada Castañeda Palmeros colabora en la Escuela Judicial sin percibir salario alguno. Trasmitía sus conocimientos porque así había aprendido desde que comenzó como escribiente hace casi 50 años.
Juzgados de lo familiar
Por el mismo camino está el tema de la justicia de lo familiar. La magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros es experta en el tema y tanto su libro como su tesis del doctorado ha sido copiada por todos sus compañeros.
Ella propuso que se crearan los juzgados de lo familiar, los centros de convivencia infantil y un proceso sencillo y accesible. Sus propuestas fueron recibidas tanto por Alberto Sosa Hernández como por Edel Álvarez Peña, sin embargo, falta que se legisle sobre ese tema, hacer de esto un proceso sencillo y accesible.
Su tesis sobre la justicia de lo familiar obtuvo el Magna Cum Laudae.
Lamentablemente la cúpula del Poder Judicial nunca le ha dado el crédito y reconocimiento a ello, pese a que la magistrada realizó una ardua investigación sobre los análisis descriptivo y comparativo de todas las legislaciones del país.
Es triste que en este momento en el Poder Judicial de Veracruz reinen la corrupción, la indolencia y la ignorancia.
Cabe señalar que la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros obtuvo el premio al Mérito Judicial en 2011. Ha sido la única veracruzana en lograrlo.