24 noviembre, 2024

La revocación de mandato.

  • El partido en el gobierno, Morena, está urgido de recuperar espacios y posiciones y antepone su interés a rendirse al presidente, que en mejorar al país.

Miguel Ángel Gómez Ruiz

Ya lo han dicho políticos, empresarios y personas comunes y corrientes, que el país no está en una buena situación como para perder el tiempo en una revocación de mandato, acción que le urge al gobierno, especialmente al presidente Andrés López Obrador, para recuperar la popularidad que comenzó al inicio de su gobierno con un 71 por ciento de aprobación y que ha bajado hasta un 49 por ciento.

Y peor para el mandatario que en este momento en el norte del país la gasolina escasea y el precio por litro ha alcanzado los 27 pesos, debido a que no se ha aplicado el IEPS en esa zona. La gente del norte no se ve muy contenta.

A la vez, el crimen organizado controla estados como Sonora, Colima, Sinaloa, Michoacán y Guerrero, todos esos estados gobernados por Morena. Lo peor es que pese al llamado de la población pidiendo auxilio, la ayuda no llega. Es más, en zonas en las que se han establecido grupos delictivos, los elementos del Ejército Mexicano (aquellos que no están construyendo aeropuertos o vías férreas) y la Guardia Nacional, circulan a 80 km por hora en las ciudades o pueblos y se alejan. Sí, se alejan sin prestar ayuda.

Tampoco hay medicamentos en hospitales. Ya han muerto 3 mil niños con cáncer desde que tomó posesión el presidente López Obrador y en tres años no han llegado medicamentos.

También hemos sido invadidos por personas de otros países: Haití, República Dominicana, Guatemala, El Salvador y Honduras, entre otros y se gasta demasiado en ellos –olvidando que el gasto debería ser para apoyar a mexicanos- y la respuesta ha sido tomas de carreteras y enfrentamientos y lo que es peor, la Guardia Nacional siempre retrocede.

No hay acciones para controlar el alza de precios en productos de la canasta básica. Si bien es cierto que formamos parte –todavía- de un mercado libre, nadie ha puesto freno al coyotaje que aumentó en esta administración, además de los cobros de piso y lo único que ha ocurrido es que los consumidores han visto que una despensa que antes costaba mil pesos, ahora cuesta más del doble.

Asimismo, tampoco se ha frenado el robo de combustibles: el robo de gas en el país ha afectado la zona centro y sureste del país y no hay acciones precisas de parte de las autoridades de seguridad para frenar el robo y por ende, hoy el gas y la gasolina cuestan más caros.

No, la revocación de mandato no es la solución para mejorar al país, sólo es un alarde del presidente para presumir que aún controla la conciencia de madres solteras, jóvenes que ni estudian ni trabajan y estudiantes que se sienten triunfantes con una pensión modesta que les llega cada tres meses. No, el argumento no debe ser que “por fin el gobierno da dinero a la gente” porque eso no es señal de una buena economía, sólo es apenas un chantaje. Más que obligado a dar dinero, el gobierno debe llevar servicios a las zonas pobres: pavimento, drenaje, banquetas, energía eléctrica, parques, jardines y todo ello genera condiciones de bienestar, eso sí.

Presumir la popularidad de un mandatario no es signo de un país mejorado. Se puede ser muy popular y a la vez ser muy pendejo, sin duda y así ocurrió en lugares en donde llegaron populistas, con ejemplos muy claros en Venezuela, con Hugo Chávez; Bolivia, con Evo Morales y en Argentina con Cristina Kirchner y los peores golpes al amor y orgullo de las personas vendrán de México y Chile.

Con sinceridad, la mejor forma de responder a un ejercicio como la revocación de mandato sería no acudir a votar, pero cada quién es libre de hacerlo, sólo que será muy triste ver, como en la elección de año pasado, ver a adultos mayores en algunas zonas del país…

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