23 noviembre, 2024

La línea delgada entre mi opinión y la tuya.

Por. Julio Vallejo

Vínculos invisibles, un espejo a quien imitar. Muchas noches sin estrellas.

Alguien toca a la puerta de mi recamara, yo en ese instante, estaba completamente dormido, Toc, toc, toc, este sonido, hacia que retumbara suavemente por el espacio entre mi cama y la puerta, luego pareciera que las ondas del eco entraran suavemente por el umbral de mis oídos generando mi despertar.

Abrí mis ojos, en medio de una visión indefinida, me permite ver la silueta de mi madre entrando por esa puerta, cuál fue mi fascinación al verle una sonrisa, donde lo blanco de sus dientes alumbraba el lugar, tan radiante fue ese destello que termine de despertar y lo único que hice fue separar los brazos para recibirla, ella solo se dejó fluir mezclándose entre mi cuerpo, dejando solo su aroma por toda la sabana, fue tanta la pasión que al despertarme realmente todavía olía a ella.

Mi madre murió de COVID- 19.

A todos esos millones de niños y niñas del mundo que perdieron a sus padres por esta pandemia no quiero imaginarme ni por un momento lo que están pasando, no solo es el dolor de su ausencia.

México ocupa el tercer lugar con 244,500 niñas y niños que han quedado huérfanos por la pandemia del COVID-19.

“Me duele el corazón cada vez que mi hijo busca comida que no hay” palabras de una madre al ver la situación tan complicada, donde cada día que pasa se pone más dura la crisis económica y alimentaria, esta expresión es de una madre preocupada por sus hijos.

Por otro lado, nadie se ha preguntado, qué pasa con esos hijos que quedaron huérfanos de padre y madre, si algo hay que destacar, es que los padres son el espejo de los hijos, los padres son los guías, los protectores, ¿En manos de quién quedarán? o ¿En manos de quiénes quedará la transformación de sus vidas?.

En este país y en el mundo en lo que más pensamos es en la seguridad de nuestros hijos, en cómo orientarlos para hacer frente a la vida, sin embargo no hay escuelas para ello, hay errores donde los padres dejan a sus hijos al libre albedrío o simplemente se cansan de ellos, no quiero culpar a esos padres ni quiero asegurar que por eso allá mucha delincuencia, pero si podría ser un factor, donde la indiferencia de qué hacen o con quien están, los lleven a tomar un mal camino.

Con esta situación, donde se quedan sin padres, ¡donde jugarán los niños!

Abriendo más el telón, se puede apreciar que al momento de perder a los cuidadores primarios estos podrían tener problemas de salud mental, violencia física, emocional y sexual, esto sin mencionar la pobreza familiar.

Esperemos que este problema no sea como la fábula del ratón; donde un granjero compra una trampa para ratones y al ver eso le comenta a todos los animales, ninguno le hizo caso por no ser su problema. Donde la moraleja es que un evento aunque no vaya contigo, no quiere decir que no te afecta a la larga, recuerda que los vínculos invisibles están relacionados.

Esto sin mencionar el medio millón de niños que se quedaron sin abuelos. Y tú, te has preguntado, ¿Con quién se quedarán tus hijos el día en que faltes?

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