18 octubre, 2024

La línea delgada entre mi opinión y la tuya.

Por. Julio Vallejo

La afición sin miedo a la infección.

¡Cómo no te voy a querer!, ¡Cómo no te voy a querer! Si mi sangre es azul y mi piel dorada, Siempre te amaré. ¡Cómo no te voy a querer!… (Se repite…)

Este fin de semana fue bastante intenso. Los estadios de fútbol explotaban de alegría al estar nuevamente con su afición, si por un tiempo permanecieron callados por la pandemia. Hablando de pandemia este fin de semana el mundo se enteraba de una nueva variante de Covid-19.

Italia, Reino Unido, Alemania y ahora más cerca, en Canadá confirmaban los primeros casos de la variante Ómicron.

Pero regresando a la afición, fue muy contagioso así como el Covid el verlos y escucharlos cantar a sus jugadores, al mismo tiempo dando de brincos y mostrando esa hermosa sonrisa de alegría; perdón, dije ¿sonrisas?, sí sonrisas. Ok, las vi porque mucha afición no portaba el cubrebocas, quiero pensar que era porque estaban tomando algún líquido espumoso, para refrescar su garganta.

América contra Pumas, un partido donde el equipo más odiado, jugó como siempre solo con el nombre y mostrando mucho miedo; a diferencia de los Pumas que buscaron con garra y piel dorada, el pase a semifinales.

En el encuentro de Atlas y Monterrey, no cabe duda que aunque tengas mucha inversión en tu plantilla y cuerpo técnico, no es suficiente para pagarle con buenos resultados a la afición, pues el Atlas venció a un gran regio.

Y hablando de regios, Tigres vence a Santos, desarrollándose de manera intensa este juego que ni los santos patronos ayudaron a su equipo.

Por último, encontramos a un León ante Puebla, que como siempre los “pipopes” dan de qué hablar, tras ir ganando el primer juego y sin embargo; en el segundo, lo pierden 2 a 0. Quedando las campanas de todas sus iglesias poblanas sonando, al anunciar que estarían fuera de esa gran fiesta que es la liguilla.

Después de escuchar a los comentaristas gritar con ese pulmón tan sano, sin falta de oxígeno el gol que hacia cada equipo, de inmediato las cámaras de televisión enfocaban a los jugadores, mostrando en repetidas ocasiones cómo se abrazan, besan, nalguean o simplemente se hincan alzando los brazos para dar gracias a dios por haber metido ese balón, ¡bien por estos jugadores!.

Del otro lado del mundo, los jugadores de futbol de Portugal no corrieron la misma suerte, el futbolista sudafricano Cafú Phete fue a jugar con su selección y al regreso con su plantilla del Belenenses -al parecer- contagió a 13 futbolistas; esto a la información del Instituto Nacional de Salud, Ricardo Jorge (INSA) de Portugal, derivado que los elementos dieron positivo a la variante Ómicron.

Sé que es muy importante el deporte para la salud, pero también sé que soy responsable de lo que me pase o suceda, ¿a quién le sacaremos tarjeta amarilla y a quién la tarjeta roja para expulsar?, si la variante Ómicron se propaga en nuestro país.

Recordemos que faltan varios partidos para la gran final del torneo de futbol, esperemos que para ese entonces nuestra población no haya colgado los tenis.

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