La difícil vida de un gobernador en Veracruz.

Nota de opinión

Miguel Ángel Gómez Ruiz

Los últimos días han sido muy complicados en la vida del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez.

Sobre todo, desde que el Senador Ricardo Monreal Ávila, tras varios días de trabajo y con apoyo de especialistas en derecho, logró que fueran liberados varios jóvenes de la zona centro del estado que habían sido apresados por policías veracruzanos. Todo ello por supuestos ultrajes a la autoridad.

Por décadas, los policías, veracruzanos, poblanos, tamaulipecos y de otras zonas del país se hicieron notar por la rudeza con la que actuaban contra delincuentes o supuestos.

En muchas ocasiones, vimos fotografías y videos en los que policías atracaban a comerciantes, prostitutas y hasta adultos mayores. Eso nunca cambió y no cambiará pues sabemos de la nula preparación que tiene nuestra policía.

A la vez, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado –por norma y tradición-, ocupa los primeros lugares en cuanto a denuncias e inconformidades presentadas en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.

Armados hasta los dientes como corresponde a la época, los policías fueron apoyados por el gobernador Cuitláhuac García, quien promovió reformas a la ley, entre ellas la de ultrajes a la autoridad, para castigar a todo aquél que se resista, empuje o lance saliva a algún agente del orden.

No podemos olvidar que por ultrajes a la autoridad está detenido Rogelio Franco Castán, con el único propósito que no tomara protesta como diputado y al que ahora, según locuras de quienes laboran en la Fiscalía General del Estado (FGE), solicitan hasta 23 años de cárcel. En fin.

Luego, vino la detención y posterior encarcelamiento de José Manuel del Río Virgen, colaborador de Ricardo Monreal Ávila, a quien un juez –trasnochado- le dictó un año de prisión preventiva, supuestamente por estar detrás del asesinato de un candidato de Movimiento Ciudadano.

Como en el Senado no querían quedarse callados, enviaron una comisión que incluye a los veracruzanos Dante Delgado Rannauro y Julen Rementería del Puerto para investigar sobre los ultrajes a la autoridad, delito que mantiene en prisión a más de 2 mil 400 personas.

En lugar de hablar y explicar los pros y contras de la reforma a la ley y del delito de ultrajes a la autoridad, el gobernador se la ha pasado quejándose sobre la comisión que envió el Senado y discutiendo su validez.

Como no le gusta enfrentar grandes retos, Cuitláhuac García ordenó a su equipo de abogados que investigaran sobre la validez de la citada comisión –válgame Dios-, en lugar de tomar al toro por los cuernos.

¿Para qué demonios le sirve confirmar la validez de la comisión?, quienes la integran son Senadores, enviados por el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, es decir, el líder parlamentario, que además supera en conocimientos, maña y en todo lo demás a nuestro gobernador. Digo, les dolerá a algunos, pero así es.

Y para colmo, empiezan a caer los muertitos en la entidad. Esta mañana le dejaron como regalito a nuestro mandatario nueve cadáveres en la zona de Isla. Torturados y mutilados. No, entre ellos no estaba el sobrino de Eric Cisneros, pues recordemos que en el video que exhibió el grupo “Cuatro letras” había diez personas hincadas y en Isla sólo aparecieron nueve.

El detalle es que ya está allí un grupo armado, quizá distinto al que cometió una masacre en Minatitlán, o el que quemó un centro nocturno en Coatzacoalcos, o que ha ejecutado a exalcaldes, periodistas, funcionarios y personas comunes en los últimos tres años.

La realidad es que la delincuencia opera aquí y desde hace tres años. Sí, tres años, en la administración morenista no ha habido cambios. Ninguno.

Basta ya.