La delgada línea entre mi opinión y la tuya

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Julio Vallejo

Envoltura de un dolor callado…

Xalapa, Ver., 22 de octubre 2025.- Hablar de la naturaleza humana es complejo y más cuando el sentir, actuar y forma de pensar es distinta entre nosotros; siempre será un objeto de debate, por el entorno social y las diferentes perspectivas. Pero al final de todo ¿Los seres humanos fueron creados para preocuparse por los seres humanos?

Hace unos días, la ciudad de Poza Rica de Hidalgo, Veracruz, y sus alrededores se vieron afectados por lluvias constantes. La tragedia fue consecuencia no solo de las precipitaciones, sino también de la falta de prevención que involucra a las autoridades, empresarios, organizaciones y a la sociedad en general. Es evidente que nadie esperaba la magnitud del desastre.

Haciendo un poco de historia, la ciudad de Poza Rica, que significa “pozo/ estanque rico”, fue fundada el 20 de noviembre de 1951, y su nombre alude a la abundancia de petróleo. Precisamente por esta riqueza en combustible fósil, resulta incomprensible por qué no se ha invertido más en la infraestructura de la ciudad.

Regresando al tema que nos ocupa, nos preocupa y nos interesa, la zona norte del estado sufrió un “desbordamiento ligero”, las pérdidas humanas, biodiversidad y materiales fueron cuantiosas. Sin embargo, para los líderes electos, esto no parece ser de gran importancia. Para ellos, es más rentable invertir en proyectos que generen beneficios inmediatos y visibles para sus votantes, en lugar de destinar recursos a la prevención de desastres. Esta negligencia se debe a una combinación de factores políticos, económicos y sociales.

Y aquí me pregunto con la ligereza de un balde de agua fría: ¿las inundaciones se pueden predecir con exactitud? La respuesta es sí, los meteorólogos pueden predecir tormentas e inundaciones calculando datos como la presión del aire, la velocidad del viento, la temperatura y la precipitación del agua. El objetivo principal de la Protección Civil es precisamente salvar la vida, la integridad y los bienes de las personas ante situaciones de riesgo y emergencia. Pero en este caso, la preparación falló, a pesar de que las catástrofes naturales, especialmente las que ponen en riesgo vidas humanas, pueden predecirse con cierta antelación.

Invertir en la prevención de desastres naturales es más efectivo y rentable que responder a ellos una vez que ya han ocurrido. Por ahora, nos queda más que confiar en que las autoridades demuestren una respuesta rápida, eficiente y que no se presten a la corrupción.

Este es un dolor que Poza Rica conoce bien. En 1954 ocurrió una de las primeras inundaciones, la segunda en 1999, y la tercera este año. Esperamos que no llegue una quinta, y que el luto no sea el único recordatorio de lo que, como sociedad y gobierno, debemos prevenir. Al final de la jornada, las autoridades barren el olor y envuelven el dolor, mientras que la sociedad llora lágrimas de cloro limpiando sus hogares.

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