La delgada línea entre mi opinión y la tuya

Por Julio Vallejo

El cáncer del estrés y la violencia

Lo que más consume la gente en la actualidad es la nota roja. Este tipo de información publicada en redes sociales, televisión y algunas plataformas de streaming, la ha normalizado la sociedad.

Venta de drogas, reclutamiento de jóvenes, trata de personas, desaparecidos, comercio de órganos, asesinatos, entre otros temas, son hechos reales que dejan de ser ficción para convertirse en la cotidianidad.

Y, al ser del diario vivir, ya no impactan y han colaborado de manera lastimosa en la deshumanización de la sociedad: sin sentimientos, sin solidaridad por el vecino, sin la sensación intrínseca de ayudar a los demás por el bien común.

Lo anterior deja transtornos psicológicos como ansiedad, depresión, estrés, solo por mencionar algunos… Y ya que hablamos de estrés… pues… México se vuelve -a partir de hoy y hasta que finalicen las campañas políticas- en un circo romano.

Seremos hostigados por propaganda y publicidad en todos los medios de comunicación, buscando que caigamos en mentiras de cómo solucionarán el miedo y la ausencia de paz en un Estado fallido.

La solución a este cáncer no es la creación de más cárceles, ni atizar la guerra contra el crimen organizado y mucho menos los abrazos.

No puede ser que la delincuencia esté mejor organizada que los ciudadanos y que el mismo gobierno. Increíble que ellos tengan más recursos para hacer y crecer sus organizaciones de una manera exorbitante.

La revista Sciences publicó un estudio donde afirma que el crimen organizado ya es el quinto empleador más grande de México, por delante de varias empresas trasnacionales y que cerca de 175 mil mexicanos son sus “asalariados”.

Sin romantizar un tema tan delicado, la solución al problema está en ti, en tus valores, en tu moral, en tu forma de conducirte y hasta en la forma de cómo ganar tu dinero. Necesidades todos tenemos, pero cómo resolverlas depende de ti mismo y la manera fácil, no siempre será la adecuada.

A las autoridades les encargo el tema de la impunidad… que lamentablemente ya hizo metástasis en nuestro país.