18 octubre, 2024

Historias de una foránea.

La primera vez que llegué a Xalapa.

Quiero platicarles que cuando quise salirme de casa, no quería hacerlo para casarme, ni porque estuviera embarazada; mi deseo era ser independiente por una oferta laboral y lo logré.

¿Y cómo es que se dio? Pues resulta que estaban reclutando personal para una temporada, así como las series, mandé mi currículum y si no fuera por Laura y sus recomendaciones, no hubiera sido seleccionada. Estaba muy emocionada, en primer lugar por salir de casa y emprender algo nuevo y desconocido.

No tenía ni idea de dónde me iba a quedar el primer día, por suerte una amiga mía que conocí en nuestro estado natal -Puebla- ya vivía aquí, entonces fue por mí a la terminal y me ofreció unos días su casa, que también vivía con Laura. La verdad es que no fue tan difícil el comienzo, eso sí tuve sentimientos encontrados, primero por dejar un hogar, principalmente a mi mamá, me dolió mucho, pero tarde o temprano uno tiene que tomar su propio camino. Por otro lado, era conocer otro Estado, otro tipo de comida (eso lo supe después) y conocer a nuevas personas.

En ese entonces pensé que trabajaría por poco tiempo (cuatro meses) y regresaría a casa, pero no fue así, por diferentes circunstancias, llámese laborales, amistosas y hasta personales, me quedé más de lo esperado. En estos momentos ya llevó más de diez años y aunque he regresado a casa por dos, tres meses, el tiempo más largo fue cuando empezó la pandemia, casi ocho meses, de igual manera creí que no regresaría a Xalapa; sin embargo, lo hice, aún con pandemia y arriesgándome con un proyecto nuevo. Hoy puedo decir que ya no me quiero ir de aquí, me encanta el lugar, su naturaleza, el clima y su gente, siempre he encontrado a personas buenas en mi camino y malas también, pero esos ya no “existen” en mi vida.

Y lo que creí que era temporal, se convirtió en varias episodios, unas tristes, otras alegres, pero siempre aprendiendo de todo.

Nadie es dueño de su destino, ni siquiera cuando uno “planea” las cosas; sin duda alguna los caminos por los que nos vamos son impredecibles, pero hoy les puedo decir que amo estar en Xalapa, me encanta su neblina, su gastronomía y aprendí su regionalismo como “ambrón” o “kikiri”.

Nos leemos en la próxima.

J.

About Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!