Herbario Nacional de México: patrimonio de nuestro país y referente mundial

David Hernández Juárez

El Herbario Nacional de México (MEXU), bajo la custodia del Instituto de Biología de la UNAM, es la colección de plantas nativas más grande de México y ha sido, desde su fundación en 1888, un pilar para el estudio y la preservación de la fitodiversidad del país.

Este herbario, que alberga la muestra más completa y representativa de la diversidad vegetal endémica, se ha convertido en un referente mundial. Su acervo incluye no solo plantas, sino también hongos y líquenes, lo que lo sitúa como una de las colecciones más importantes del mundo. El MEXU es una fuente invaluable de información para la comunidad científica, tanto nacional como internacional, apoyando investigaciones en campos como la etnobotánica, ecología, paleobotánica y fitogeografía.

La historia del MEXU comenzó a finales del siglo XIX, cuando la Secretaría de Fomento, con motivo de la Exposición Internacional de París, inició la recopilación e identificación de plantas medicinales de México. Este esfuerzo dio lugar a la creación del Instituto Médico Nacional, encargado de realizar un inventario sistemático de la flora medicinal del país, logrando reunir más de 15 mil ejemplares entre 1888 y 1915.

A mediados del siglo XX, el Instituto Médico Nacional se fusionó con el Museo Nacional de Historia Natural y el Museo de Tacubaya, dando origen a la Dirección de Estudios Biológicos. Esto permitió que el herbario ampliara su enfoque y desarrollara sus colecciones botánicas. En 1929, la UNAM asumió la custodia del MEXU a través del Instituto de Biología, dotándolo de la infraestructura necesaria para su crecimiento y preservación.

Hoy en día, el MEXU cuenta con cerca de un millón 300 mil ejemplares de plantas, hongos, líquenes, frutos, semillas y maderas de todo el país. Su colección sigue creciendo gracias a un programa activo de colecta y donaciones, así como al intercambio con otras 160 instituciones científicas en todo el mundo, lo que permite incorporar hasta 37 mil ejemplares cada año.

Este vasto inventario incluye especímenes de regiones biodiversas como la Selva Lacandona, el sur de la Península de Yucatán, Oaxaca, y las zonas altas del sur de México, entre otras. Además, el MEXU cuenta con un programa de crecimiento en áreas prioritarias y facilita el préstamo e intercambio de ejemplares con otros herbarios, actualizando así su colección según los cambios taxonómicos.

El MEXU resguarda sus colecciones en 11 salas, que incluyen cinco grandes grupos: Algas, Briofitas, Hongos, Líquenes y Plantas vasculares. Esta última se subdivide en categorías como Polypodium, Zea, Bletia, Acacia, Opuntia, Thevetia, Salvia, Dahlia, y más, además de una selección de frutos, semillas y una Xiloteca, que exhibe maderas.

Gracias a su extensa colección, las investigaciones en el MEXU abarcan desde estudios florísticos y fitogeográficos, que identifican la distribución de las plantas, hasta trabajos sinecológicos que exploran la interrelación de las especies vegetales con la fauna. También se realizan revisiones taxonómicas para sistematizar la diversidad de plantas y estudios históricos sobre las especies de la región.

Una labor clave del MEXU es la preservación de especies vegetales que podrían estar en riesgo debido al cambio climático, lo que amenaza no solo a la flora, sino también a la fauna que depende de ella. Estas investigaciones son fundamentales para la conservación de los ecosistemas nacionales.

Además, el MEXU trabaja en rescatar y valorar el potencial de la herbolaria medicinal del país, un legado de los conocimientos ancestrales de los pueblos prehispánicos que sigue siendo relevante hoy en día como complemento a la medicina moderna.

Por su labor de conservación, clasificación y generación de conocimiento sobre la diversidad vegetal de México y otras partes del mundo, el MEXU es reconocido como uno de los cinco herbarios más importantes a nivel global, constituyendo un patrimonio de gran valor ambiental y médico para el país.