Diputados locales de Morena, incompetentes

Contrapunto

Miguel Ángel Gómez Ruiz

No sé qué pase por la mente de los veracruzanos que otorgaron su voto a favor de los que ahora son diputados y que forman parte del grupo legislativo de Morena en el Congreso de Veracruz.

En su mayoría, mezclados con los del Partido del Trabajo y el Verde Ecologista, han sido ignorantes. Con nula preparación legislativa y lo que es peor, han ido de traspié en traspié. Se vendieron en campaña como los redentores, como los revolucionarios, como los que iban a liberar a Veracruz de la opresión y la verdad es que no parece siquiera que puedan ponerse adecuadamente los calzones, o pantaletas, según sea el caso.

Y es que nunca había ocurrido que en una legislatura de tres años se hubieran presentado tantas derrotas en los órganos jurisdiccionales, es decir, que hubieran sido vapuleados no sólo por los afectados, sino por jueces y ministros conocedores de la ley.

Recordemos que desde el momento en que se aprobó el bodrio conocido como reforma al código electoral anunciamos una derrota estrepitosa ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Pretendieron quitar recursos a los partidos políticos, sí, las prerrogativas que reciben los institutos políticos. Todo por capricho del gobernador Cuitláhuac García. Hasta se atrevieron a dárselo a conocer al presidente, que tampoco es muy ducho en cuestiones políticas. Sin embargo, omitieron anunciarle en ese momento, que la fracción de Morena había evitado que el mandatario veracruzano fuera sujeto a la revocación de mandato.

Pues bien, esa decisión fue tumbada por la SCJN y con la cola entre las patas tuvieron que obedecer.

La última es la resolución del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Séptimo Circuito, que resolvió declarar fundada la inconformidad promovida por el magistrado Roberto Dorantes Romero, en contra de una resolución del juez Decimoséptimo de Distrito en el estado, que equivocadamente había declarado que existía imposibilidad material, real y jurídica para reinstalarlo en su plaza como magistrado.

El asunto fue declarado como concluido y ahora el Poder Judicial Federal ordenará al Tribunal Superior de Justicia y al Congreso local que el magistrado sea reinstalado en su puesto. No olvidemos que además del desacato, cometido por el diputado Juan Javier Gómez Cazarín y la entonces presidente del PJEV, Sofía Martínez Huerta, recurrieron a todo tipo de artimañas para evitar la reinstalación de Roberto Dorantes Romero. Ya no ocurrirá. Primero, porque Gómez Cazarín ya no podrá ser más tarado de lo que es y porque Martínez Huerta debe concentrarse más en la demanda de juicio político en su contra.

Imagine usted, pese a que el magistrado Dorantes Romero contaba con un amparo, los diputados se atrevieron a nominar a una sustituta, violentando la ley. También actuó de forma perversa Sofía Martínez, al adscribir a la sucesora. En fin.

Pero es cierto, la fracción de Morena tiene a un sinnúmero de incompetentes que sólo han mostrado su ignorancia, su desconocimiento de la ley. Allá aquellos que se ocupen de votar por alguno de sus candidatos porque no dude que será la misma basura.

24 casos perdidos en cortes y juzgados, lo que significa pérdida de tiempo y dinero, además, la vergüenza a nivel nacional, pues todo mundo los considera de lo peorcito.

Lo malo es que poco a nada cambiará, Gómez Cazarín seguirá en el cargo hasta octubre y la gente que ha incrustado seguirá haciendo de las suyas en el Congreso local y en el Poder Judicial.

No olvidemos que el representante del Congreso en el PJEV es Humberto Hernández Reducindo, que fue el cerebro en la defensa de la reforma al Código Electoral. Bien, el sujeto perdió cada uno de los juicios que defendió en el Congreso mientras estuvo bajo las órdenes de Gómez Cazarín y de Sergio Hernández, un panista que ahora es manipulado por Morena.

El sujeto ahora se cree el dueño del Poder Judicial, vaya, ni siquiera hace caso a la presidente del mismo, Isabel Inés Romero Cruz, cuya torpeza e incapacidad son evidentes. Ahora él, Carla Rodríguez y hasta Joana Marlen Bautista Flores son los que determinan quién o quiénes pueden adherirse al PJEV. Son los nuevos poderosos allí y no parece que alguien pueda ponerles un alto.

Yolanda Castañeda, siempre reconocida

Hace unos días, publiqué una nota en la que recordaba el reconocimiento que recibió hace un año la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros.

Éste le fue otorgado por la Fundación 500 años de Veracruz, el Foro Veracruzano de Juristas y la afamada Revista Prestigio, como una de las veracruzanas más influyentes y reconocidas.

Y es verdad, no existe ninguna otra magistrada en el Poder Judicial de Veracruz con tal talento y preparación. Ni siquiera las dos últimas presidentes (mujeres) podrían igualarle. Sofía Martínez Huerta apenas si pudo terminar una carrera de Derecho y la nueva, Isabel Inés Romero Cruz ha tenido una carrera bastante gris. De hecho, es presidente por sus relaciones, pues estuvo a punto de ir a la cárcel por violar la Ley de Amparo. Ahora, de casi de 70 años, ya sufre distintas enfermedades que si bien no la han incapacitado, la tienen en su oficina, oculta y sin darse a conocer.

Por el contrario, Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros ha tenido una carrera brillante. Tiene en su haber dos maestrías y un doctorado en justicia familiar. Juez en 16 distritos, ocho civiles y ocho penales y es magistrada inamovible. Mejor aún, logró lo que ninguna otra mujer en el Poder Judicial de Veracruz, obtuvo el premio al Mérito Judicial en 2011, entregado por Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Una carrera impecable. 49 años en el Poder trabajando con firmeza y honradez, lo que ninguna otra.

Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, le felicito, por ser no sólo la mejor magistrada del PJEV, sino por todo lo que ha hecho en su vida. Sin duda, es una mujer de éxito.