¿Cuáles resultados?

Contrapunto

Miguel Ángel Gómez Ruiz

Xalapa, Ver., 01 de mayo 2023.- Quizá sea triste o reiterativo, pero es indudable que desde que inició el proceso de la cuarta transformación en el país no ha habido resultados halagadores. Es más, no se aproximan a ser medianamente buenos.

Tal vez uno de los peores es que hay más pobres y eso ha sido reconocido por el mismo Inegi, que calcula alrededor de cinco millones de personas que cayeron en pobreza. Es natural, no ha habido avances en lo económico, no se crean empleos y la gente, más preocupada en comer que en estudiar, abandona sus estudios.

Sobre si es una estrategia para hacer que una parte de esos pobres dependan de recursos que pueden ser gastados en un día puede ser. En algo que se ha destacado el gobierno federal es en atraer personas para ganar votos, ya sean mexicanos muy pobres y hasta centroamericanos que ya viven en el país, cobijados por este gobierno.

Pero usted y yo podemos recorrer cientos de colonias en cualquier parte del país y el resultado va a ser igual. La gente cada vez es más pobre y la comida, por ejemplo, es cada vez más cara.

En cuanto a atención médica, no hay resultados por el hecho de que las medicinas han escaseado desde el inicio de esta administración y una de las causas fue que se trató de castigar a los laboratorios mexicanos.

Peor aún, el año pasado se reportó que en una bodega de la Secretaría de Salud se echaron a perder decenas de miles de dosis para tratamientos contra el cáncer y que se tenían que haber repartido en el país, pero nadie lo hizo. Simplemente dejaron que caducaran.

El gobierno federal decidió contratar a médicos cubanos para llevarlos a zonas alejadas del país para brindar atención médica, pero un reporte presentado por un medio nacional asegura que tan sólo el ocho por ciento de esos médicos fueron llevados a zonas lejanas en las que a las personas se les dificulta llevar a sus pacientes.

Todavía al día de hoy, muchos hospitales del país siguen sufriendo por el desabasto y no se ve para cuándo esa situación podría quedar resuelta.

Si a eso le agregamos que la inseguridad está a tope la situación se pone peor, pues bajo la política de “abrazos, no balazos”, muchas organizaciones delincuenciales han hecho de las suyas. Al grado de afectar a los más pobres. Un caso dramático fue algo que ocurrió en Michoacán, en donde los grupos criminales extorsionaron a productores de aguacate y limón, sin que la autoridad hiciera algo. En realidad, no hicieron nada.

Otra situación ocurrió el fin de semana en Tamaulipas, con decenas de vehículos blindados, pertenecientes a organizaciones delincuenciales que hicieron de las suyas en San Fernando, Reynosa y Matamoros, entre otras ciudades y fue hasta que quisieron que todo se calmó, pues nadie les puso un freno a los facinerosos. Y a la pregunta de ¿Dónde está el gobernador Américo Villarreal? La respuesta fue: “Quién sabe”.

Y en todo el país la inseguridad ha inquietado a todos. Mayormente se presenta en Sonora, Colima, Michoacán, Guerrero, Zacatecas, Quintana Roo y Veracruz, estados que son gobernados por Morena y también se reporta violencia en Guanajuato.

Son tres temas que no han podido ser resueltos por esta administración, más ocupada en culminar una refinería que hasta ahora no refina; un aeropuerto del que no salen ni llegan vuelos y un tren maya que podría funcionar en diciembre según los pronósticos, pero que no resolverá la vida de nadie.

Lo irreal

Tras lo ocurrido en el Senado Mexicano y en Palacio Nacional, en donde los senadores de Morena, Verde Ecologista y del Trabajo fueron a cobijarse, humillarse y pedir línea para votar por una serie de reformas impulsadas por este gobierno ha habido gente que ha preguntado ¿Y la oposición? La realidad es que la oposición en México está más que apagada. No sé si los diputados federales y senadores de oposición pueden dormir y no imaginan en qué clase de país se convertirá México si sigue gobernando la izquierda.

Son muy pocos los opositores que piensan a futuro y que no anteponen cargos o amigos para llegar al poder. Si la oposición quiere destacar en el próximo proceso electoral debe ser encabezada por ciudadanos y no por los mismos de siempre. Sin prometer cargos a los secretarios privados, amigos y familiares. Hay que hacer las cosas muy distintas a Morena, cuyos gobernadores, funcionarios y uno que otro alcalde han llenado de familiares e incondicionales sus oficinas.

A la hora de protestar, han sido los ciudadanos los que han destacado porque son los que han exigido buenas cuentas y así debe continuar.

Los cargos en el gobierno no deben ser exclusivos de los familiares de los funcionarios, ni las amantes, ni mucho menos de gorilas que de cuentas y leyes no saben nada. Un cargo político conlleva personalidad, preparación, honradez y sobre todo, decencia.

La oposición en el país no debe seguir el juego del presidente, que recurre a argucias muy corrientes para darse a notar, como hablar de cosas que ni sabe, como el medio ambiente o decir mentiras. Más que desmentir, hay que demostrar a los mexicanos que se les ha mentido a diario en esta administración y que unos cuantos pesos no servirán para que cambie su estilo y modo de vivir.

Por ello no requerimos a diputados que graben videos comiendo o en operativos para quitar a vendedores ambulantes o en conciertos o partidos de futbol. De verdad, no hay nada más naco que eso.

Ha habido opositores que han criticado a FRENAAA (Frente Nacional Anti-AMLO), sin embargo, su líder Gilberto Lozano ha sido el único capaz de gritarle al presidente “inepto, incapaz, cínico y traidor”. Nadie más se ha atrevido.

Si alguien quiere ser opositor no debe tener amor hacia los cargos públicos, ni al dinero, ni mucho menos a los reflectores. Para ser un opositor se requiere amor por México y convencer a la gente que las autoridades actuales abusan del poder y están llevando al país a una situación de la que será muy difícil salir.

PD En Xalapa, el dirigente sindical Rolando Ortega Salazar dirigió un comunicado al alcalde, Ricardo Ahued Bardahuil, para darle a conocer que la empresa que se encarga de preparar más de dos mil 200 despensas al mes no ha cumplido con los estándares de calidad. Varios productos son de marcas desconocidas y de escasa calidad. Los cartones con huevos vienen incompletos y así. El problema es que es una empresa fuera de Veracruz y sus propietarios hacen de las suyas. Ojalá y el tema se resuelva. No lo merecen los trabajadores sindicalizados en la capital de Veracruz.