23 noviembre, 2024

¿Ya se disculpó señor gobernador?

Por José Luis Ortega Vidal

Una pregunta: ¿el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha tenido, ya, el caballeroso e inteligente gesto político y personal de disculpar al Estado bajo su representación frente al joven ciudadano detenido erróneamente por el doble asesinato de las reporteras ocurrido en Cerro Alto, Cosoleacaque, el lunes 9 de mayo pasado?

No es el presente texto un ejercicio de molestar, ni de cuestionar por cuesitonar desde la palestra periodística…

Este reportero no es, ni con mucho, un defensor de la causa del estudiante de la Tecnológico de Xalapa en particular para lo cual abundan abogados capaces en la entidad…

Es de humanos errar. Es de funcionarios equivocarse dada su natural y respetable condición humana.

Por todo ello, justamente, resulta prioritario reconstruir para y desde el Estado la ausencia de credibilidad, la histórica falta de funcionalidad que padecen nuestras estructuras burocráticas en todos los órdenes y en todos los niveles, y de manera grave aquellas abocadas a la prevención del delito, a la procuración y a la aplicación de justicia.

Verónica Hernández Giadans es autónoma nomás de papel, porque en la realidad del día a día recibe órdenes y respaldos desde la Secretaría de Gobierno y desde la Gubernatura de Veracruz.

Decir lo contrario es de plumas compradas -baratas o caras, es lo mismo- es de políticos empantanados en su discurso -al nivel de “Alito” el descaradito- o ciudadanos cómplices y/o ingenuos…

No, la Fiscalía de Veracruz no es autónoma y por si fuera poco al grave error de la detención fallida por el doble asesinato de las integrantes de “El Veraz” dos se añade el agravante de una violación a los derechos humanos del joven encarcelado y trasladado desde Xalapa hasta Coatzacoalcos donde se ubica un penal federal con revoltura de acusados por delitos del fuero común con asesinos seriales, narcotraficantes y otras lindezas.

Cualquiera que haya pisado un penal federal o haya pasado por las manos de policías federales o estatales con alto poder de mando, conoce el olor a muerte que emana de estas figuras y espacios…
Es traumático el solo hecho de estar ahí y con estas figuras de poder…

Hay circunstancias en estos sitios que resultan inenarrables.

Doy cuenta como el reportero y editor policiaco que fui, como entrevistador de acusados y sentenciados, como articulista cuyo recorrido reporteril incluye un buen número de contactos con las miasmas de la nota roja y el submundo negro…

¿Ya recibió el gobernador Cuitláhuac García Jiménez al joven afectado para decirle: “perdón, te pido disculpas a nombre del Estado; te informo que luchamos contra situaciones como la que viviste y no somos como los de antes aunque somos humanos, nos equivocamos y sabemos reconocer y enmendar errores”.

Si esto ya ocurrió, con las palabras que haya sido, mi reconocimiento al gobernador de los veracruzanos.
Si no ha ocurrido, aun está a tiempo de hacerlo.

Si no lo hace nunca la historia recógela su sino, su perfil, sus decisiones y acciones positivas y exitosas, pero también sus excesos, sus herencias negativas, sus ausencias de sensibilidad, su discurso político sin construir, los andamiajes débiles en afanes de construir ese discurso  mal copiado del ofertado por Andrés Manuel López Obrador…

De suyo, una disculpa por parte del jefe gobernador nos devolvería un poquito de esperanza…

Yo si le ofrezco una disculpa al joven detenido.

Como ciudadano, como periodista incapaz de transformar hasta donde debo y podría la realidad política suya y mía.

Fallo, amigo detenido…

Perdóname por fallar…

Lo que te ocurrió nos puede ocurrir y nos ocurre a todos los veracruzanos o visitantes.

Hoy, nadie está seguro en ninguna parte.
Los periodistas vivimos en condiciones cada día empeoradas, pero eso no justifica nuestros errores: como el acto de vendernos, una de nuestras fallas más graves.

Una prensa crítica, independiente, preparada, consciente, autocrítica, en capacitación constante, capaz de pergeñar el dato preciso, el contexto obligado, la multiplicidad de ángulos en torno a un hecho…

Esa prensa ayudaría sobremanera a una mejor sociedad, pero esa prensa luce por su ausencia y aunque desde el Estado se genera día con día un ataque y represión al auténtico periodismo, ciertamente los periodistas abonamos nuestra parte para nuestro propio perjuicio…

A los caníbales sólo los superamos los periodistas en el arte de devorar al que es igual a ti y te necesita como tú lo necesitas…

Te liberaron, muchacho, porque tu familia y amigos se movilizaron a tiempo…

Cientos, miles, están presos bajo condición de inocencia y porque no hay una prensa valiente amén de no contar con la defensa suficiente de amigos y familia…

Cuídate, cuidémonos; ya vendrán otros tiempos para Veracruz…

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