Elección interna del PAN, las trampas de siempre
Miguel Ángel Gómez Ruiz
Xalapa, Ver.
La jornada de votación en la elección interna del Partido Acción Nacional (PAN) estuvo como siempre, llena de irregularidades.
Compra de votos, afiliados de última hora, así como gritos y empujones, eso caracterizó una jornada en donde la idea era elegir a los candidatos a alcaldes y diputados locales.
Vaya, si la ideología y principios del PAN siempre han sido superiores a las de cualquier partido, hoy se pudo captar que todo eso quedó en el olvido. Cual si fuera ranchería en donde abundan personas con la mecha corta, los panistas simplemente decidieron en pleno día del Amor y la Amistad que los sillazos y los golpes valen más que la razón.
¿Qué fue lo que ocurrió? Simple, en el puerto de Veracruz una maleta cargada de billetes para convencer a los indecisos. Setenta y tantos militantes nuevos sin cumplir un año como tales pudieron votar para favorecer a Bingen Rementería y en Xalapa, Sergio Hernández, a quien la dirigencia pretendió meterle el pie, comprando cada voto a tres mil pesos.
Todo eso bajo la complacencia del dirigente estatal, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, que trata de extender su cacicazgo desde Tantoyuca hacia todo el estado, bajo sospecha de que mantiene un acercamiento con Morena.
Lo ocurrido en Veracruz pone en riesgo todo lo ganado por un partido que ha mantenido su dominio en la zona conurbada. El PAN casi ha sido invencible. Ni en su mejor momento el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán habría ganado allí.
Sólo que los intereses personales pudieron más que la cordura y la civilidad. Cuesta trabajo, incluso a los panistas, que pesen más los intereses personales que la idea de establecer un proyecto para favorecer a la población. Vaya, se supone que la política es la búsqueda del bien común, no el personal.
Sergio Hernández, quien no tiene segura la candidatura por el hecho de que el PRI sería quien pondría la candidato si se concreta la alianza, pagó mucho dinero por votos, fueron más de 600 y arrastró con él a Lilian Cerecedo, quien superó a Cristina Pérez Silva, cuya familia siempre ha sido leal al partido.
En el caso del puerto, con todo y los traspiés que puso la familia Rementería a los Yunes, Miguel Ángel junior aventajaba en una de las boletas, con apenas 15 votos por encima de Bingen, pero entre sillazos y catorrazos la gente seguía votando, con la instrucción de apoyar a hijo del Senador Julen Rementería.
En Minatitlán, la exdiputada local July Sheridan partía como favorita para ganar la candidatura a la alcaldía, sin embargo, con una serie de triquiñuelas y con reparto de billetes, Nicolás Ruiz Rossete, le ganó por unos 30 votos, con la complacencia de los panistas de siempre, que se rigen a base de billetazos.
Y así, finalizó una jornada panista en la que prevalecieron los intereses personales más que los del partido y todo porque no hay quien dirija al PAN con honestidad. Así las cosas.