Docente UV estudió transformación social por urbanización y violencia
Ernesto Manuel García explicó que su interés por desarrollar el tema surgió al observar cómo a partir de 2011 fue alterada la vida pública y cotidiana como consecuencia de estas problemáticas. Su tesis “Sociabilidad y violencia en el proceso de urbanización de una colonia popular, etnografía en la periferia urbana de la ciudad de Xalapa”, recibió mención honorífica en el Premio “Fray Bernardino de Sahagún/Margarita Nolasco” 2025. / Fotografía: Omar Portilla Palacios
Paola Cortés Pérez
Xalapa, Ver., 02 de noviembre 2025.- Ernesto Manuel García Mestizo, docente de la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana (UV), realizó un estudio basado en cómo los procesos de urbanización y violencia transforman las formas de convivencia, mismo que parte del reconocimiento público y crítico de este segundo fenómeno en México, en donde Veracruz figura como uno de los estados mayormente afectados.
Mencionó que esta investigación, intitulada “Sociabilidad y violencia en el proceso de urbanización de una colonia popular, etnografía en la periferia urbana de la ciudad de Xalapa”, la desarrolló durante el Doctorado en Antropología Social de la Universidad Iberoamericana.
Por su contribución al área de las ciencias sociales, Ernesto Manuel García Mestizo recibió mención honorífica dentro del Premio “Fray Bernardino de Sahagún/Margarita Nolasco” 2025.
A través de un enfoque etnográfico, Ernesto García estudió durante aproximadamente un año la historia de la Colonia Revolución, en la ciudad de Xalapa, reconstruyendo más de cuatro décadas de vida comunitaria, a fin de analizar cómo los procesos de urbanización y la violencia transforman las formas de convivencia y los lazos sociales en espacios periféricos.
El investigador explicó que su interés por desarrollar este trabajo surgió al observar cómo a partir de 2011 la violencia alteró la vida pública y cotidiana: “Quise analizar de qué manera la violencia y la inseguridad incidieron en la sociabilidad urbana, entendida como las formas que asumen las relaciones sociales, la convivencia comunitaria”.
Mediante el método etnográfico, con 62 entrevistas, charlas informales, observación directa y revisión de fuentes hemerográficas, García Mestizo identificó distintas etapas de convivencia vecinal en las que la violencia comenzó a fragmentar la vida comunitaria, pero también generó nuevas formas de organización.
“Encontré que la violencia criminal dio lugar a lo que llamo la sociabilidad del miedo, una forma particular de estar juntos, la reorganización de prácticas sociales y espaciales condicionadas por el miedo y la inseguridad, no obstante, persisten lazos de confianza y solidaridad; una dinámica donde el temor convive con el apoyo mutuo entre vecinos”, explicó.
El estudio también muestra cómo, desde la fundación de la colonia, los habitantes construyeron su entorno urbano a partir de la cooperación: “En los primeros años las personas se unieron para obtener servicios básicos; con el tiempo esas redes de amistad y compadrazgo se transformaron, pero su memoria sigue dando sentido de identidad a la comunidad.
”Estos son rasgos elementales de la sociabilidad que permiten comprender las alteraciones que experimentó la convivencia comunitaria con el incremento de la violencia y el crimen. Dichas características solo pudieron identificarse a partir del análisis del proceso de urbanización de la colonia”.
El universitario resaltó que la antropología y la sociología son hoy más necesarias que nunca, pues permiten comprender la complejidad de problemas como la violencia desde las experiencias locales. Así que tienen el deber de practicar la verdad.
“Estas disciplinas invitan a escuchar, comprender y construir conocimiento desde las voces de quienes viven las problemáticas; son herramientas fundamentales para elaborar políticas públicas con sentido ético y situado”, afirmó.
En este sentido, sostuvo que las ciencias sociales deben mantenerse comprometidas con la práctica ética, la reflexión crítica y la defensa del pensamiento libre: “La Universidad es un espacio para pensar con rigor y responsabilidad, no para reproducir narrativas de poder. La sociología y la antropología deben seguir contribuyendo a la reflexión pública desde las periferias y las experiencias concretas”.
Premio “Fray Bernardino de Sahagún” 2025
Dada su relevancia en el área de las ciencias sociales, este proyecto de investigación obtuvo mención honorífica del Premio “Fray Bernardino de Sahagún/Margarita Nolasco” 2025 Etnología y Antropología Social, en la categoría “Premio a la mejor tesis de doctorado”.
Este reconocimiento que forma parte de los Premios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a los mejores trabajos de investigación en antropología e historia, lleva por nombre “Fray Bernardino de Sahagún” en honor al ilustre franciscano considerado precursor de la etnografía moderna por las observaciones hechas a la cultura de los antiguos pobladores de México.
Al conocer la noticia, el académico expresó su sorpresa y agradecimiento, ya que este es resultado del trabajo colectivo: “Me honra profundamente, los Premios INAH son uno de los referentes más importantes en el campo de las ciencias sociales, reconocen el rigor metodológico, las investigaciones de calidad y el compromiso social con las problemáticas que abordan. No lo considero un logro individual, sino un resultado compartido, y en ese sentido estoy muy agradecido con la Universidad Iberoamericana, con mis profesores, amistades, familia y especialmente con mi director de tesis, el doctor Gonzalo Saraví”, comentó.
Asimismo, dijo que honra no solo su trabajo académico, también el respeto hacia las personas que compartieron sus testimonios: “Cuidé mucho la palabra de quienes confiaron en mí, porque el trabajo de campo representa ante todo un acto de respeto y compromiso con las comunidades que enfrentan realidades complejas”.
Cabe mencionar que la ceremonia alusiva al Premio “Fray Bernardino de Sahagún” se realizará el 26 de noviembre en el Museo Nacional de Antropología, en la Ciudad de México.