Aviadores fantasmas: El saqueo en la SEV por parte de Huesca Santiago
El cinismo con el que opera la red de corrupción en la Delegación Regional de Veracruz es abrumador. Este grupo, encabezado por Diana Santiago Huesca, exdelegada regional, ha perfeccionado el arte del saqueo institucional mediante la contratación de personal “fantasma” que cobra salarios elevados sin trabajar un solo día. La maquinaria corrupta que han diseñado no solo refleja una total falta de escrúpulos, sino también una alarmante pasividad por parte de las autoridades encargadas de supervisar y sancionar estas prácticas.
Entre los principales responsables de esta red están Mario Adrián Rodríguez Rodríguez, quien funge como su operador financiero, y Heidi Zamora Loaiza, encargada del área jurídica. A ellos se suma Enrique de la O Pimentel, responsable de Recursos Humanos, pieza clave para encubrir las irregularidades. Juntos, estos personajes han garantizado que los contratos fraudulentos se mantengan intactos y que no haya rastros que comprometan la operación. La inexistencia de registros de asistencia, reportes de actividades o cualquier evidencia que respalde el trabajo de los empleados involucrados es parte de su estrategia para burlar la rendición de cuentas.
Entre los nombres de los llamados “aviadores” destacan:
– Jossue Francisco Pacheco Lino
– Tomás García Hernández
– Lorena Ramón Hernández
– Allison Lisseth Vázquez Martínez
Estos individuos aparecen como empleados adscritos a la delegación ubicada en Miguel Negrete 91, pero no hay indicios de que alguna vez hayan pisado las oficinas. De hecho, cuando se consultó al personal de la delegación, nadie pudo identificarlos. Su única función real parece ser cobrar más de 20,000 pesos mensuales, un salario elevado que no corresponde con ninguna labor comprobable.
La operación de esta red no se limita a desviar fondos; también evidencia una complicidad estructural que permite que estos crímenes se perpetúen. Ni **Enrique de la O Pimentel** ni **Heidi Zamora Loaiza** han levantado actas administrativas o reportado las inasistencias de los aviadores, lo que los convierte en cómplices directos de este desfalco. Su inacción no solo permite el saqueo, sino que lo legitima al proteger a los responsables y garantizar la continuidad del esquema.
El control sigue en manos de Diana Santiago Huesca
A pesar de haber dejado su puesto como delegada, Diana Santiago Huesca no ha perdido el control sobre esta red de corrupción. Según se ha documentado, continúa extorsionando a través de su operador financiero, **Mario Adrián Rodríguez Rodríguez**, quien es el encargado de garantizar que fluya el dinero de los sueldos y aguinaldos de los aviadores. Diana no solo se conformó con lo obtenido durante su gestión; pretendía quedarse seis meses más en el cargo para seguir saqueando los recursos de la Secretaría de Educación.
Ahora, en su nueva estrategia, Diana Santiago Huesca presiona para obtener un jugoso aguinaldo proveniente de los aviadores, dinero que debería ser retenido por las autoridades educativas. Es fundamental que la Secretaría de Educación de Veracruz actúe de inmediato y detenga el pago de estos sueldos y próximos aguinaldos fraudulentos, pues cada peso que se destine a este esquema corrupto es una traición a los estudiantes, maestros y padres de familia.
Pero este no es el único saqueo en el que está involucrada Diana. Existen otros rubros y trabajadores que están siendo extorsionados bajo su mando, una práctica que sigue extendiéndose a pesar de su salida como delegada. En otra entrega se dará a conocer más información sobre estos casos, que evidencian el alcance de la corrupción dentro de la delegación regional.
Un daño millonario y la urgencia de justicia
El daño al erario es significativo. Cada peso que se destina a estos aviadores representa un recurso que debería invertirse en mejorar la educación en Veracruz. Y en la DRV es el aeropuerto internacional de la aviación más importante del gobierno estatal. Al solicitar información a través del portal de transparencia, únicamente se proporcionaron datos básicos como los sueldos y lugares de adscripción, pero nada sobre horarios laborales, actividades realizadas o departamentos asignados. Esta opacidad es un reflejo del nivel de descomposición institucional que impera en la Secretaría de Educación de Veracruz.
Cada peso desviado hacia esta red corrupta es un peso menos para las aulas, para los maestros que luchan por hacer su trabajo en condiciones adversas y para los estudiantes que merecen una educación de calidad. La impunidad con la que operan Diana Santiago Huesca y su grupo no solo daña las finanzas públicas, sino que perpetúa la percepción de que el sistema educativo está destinado a ser un botín para unos cuantos.
Es momento de exigir justicia a la próxima Secretaria de Educacion, Claudia Tello, pues los actos de corrupción de esta mujer ya rayan en lo imperdonable. No puede seguir tolerando que los recursos destinados al futuro de Veracruz terminen en los bolsillos de corruptos que, con descaro y avaricia, se apropian de lo que pertenece a todos. La educación es un pilar esencial para el desarrollo, y permitir que siga siendo objeto de saqueos es una traición imperdonable. Las autoridades deben actuar, y deben hacerlo ya.