La línea delgada entre mi opinión y la tuya
Por. Julio Vallejo
La comunicación entre personas no es sencilla.
Prefieren sepultar el tema.
Nosotros los humanos no vemos el impacto ni las consecuencias que permitimos; no estamos acostumbrados a que nos digan la verdad ni las cosas como son y más cuando la información quiere ser libre.
30 años dentro de la comunicación no es nada fácil, pero es lo más satisfactorio.
La primera ocasión que tuve un periódico en la mano, sentí por primera vez lo que es rellenar mis huellas dactilares con la tinta de ese pequeño paquete de papel, ese primer informante fue el “Diario de Xalapa”.
Quién diría que después de un par de años estaría trabajando ahí, por más de diez años.
Cada año cuando se celebraba el día de “la libertad de expresión”, observaba a mis compañeros galardonados con detenimiento, pues mostraban una peculiar sonrisa y desbordante alegría, por la distinción que recibían; yo de solo verlos, me contagiaba de sus emociones, al mismo tiempo que decía: !algún día serás el elegido!.
Encontrar maestros en el camino.
Transcurrrieron más de treinta años y ese día nunca llegaba; sin embargo, debo comentar que siempre me esforzaba para que llegara, sin importar si era necesario el arriesgar mi vida, no una vez sino muchas veces, así como lo han hecho muchos de mis maestros reporteros, camarógrafos, fotógrafos, columnistas etc.
Cuántas veces tuve que seguir ambulancias y desafiar a la muerte, !no lo recuerdo!, lo importante era llegar primero. No hay nada más trascendente que la información para los lectores.
Cierto día; estaba acostado escuchando la radio, era un programa que transmitía relatos de terror “La mano peluda” estaba temblando de miedo escuchando con atención; cuando de pronto – cortamos ésta transmisión para informar que explotó la gasolinera de Coatepec y varios compañeros de los medios de comunicación se encuentran graves, entre ellos José Luis Romero, Alberto Morales “El Gato”, Hugo Cruz Ojeda entre otros-.
Ese día, casi me desfiguro el rostro de tanto frotarme la cara con mis manos de preocupación por mis compañeros, la calma llegó cuando acudí al IMSS y me comentaron que todos estaban bien y fuera de peligro.
Este tipo de acontecimientos que pasan nuestros compañeros para mantener informada a la sociedad, se desconoce.
Ahora en estos tiempos es lamentable informarlo, pero vale más un periódico que la vida de un periodista. Cada periodista muerto o desaparecido no sólo es noticia, si no una falta de respeto a la libertad de expresión, esa que todos los humanos nos merecemos.
Los periodistas tienen el derecho y la moral segundo a segundo de decir la verdad de una manera responsable, así como juntar la mayor cantidad y calidad de información.
Hoy en día todas las plataformas digitales que tenemos a nuestro alcance, se han vuelto fundamentales para que la información fluya de una manera rápida; sin embargo, la sociedad de una manera irresponsable se atreve a difundir y denostar cada acontecimiento conforme a su criterio o perspectiva.
Por tal razón, es la importancia del periodista, porque informar no implica sólo dejarse llevar por los ruidos que hay en esas plataformas o por los chismes de oreja a oreja.
Todos aquellos maestros de la comunicación, que han dejado sus huellas “con sangre” por la realización de este oficio, ya sea por su muerte o asesinato, mi respeto total.
Hago un llamado para el esclarecimiento de cada acto cobarde donde se ha sepultado la libertad de expresión.
A la sociedad la invito a defender el poder de la palabra de una manera responsable, cada vez que difundan algún comentario bueno o malo de algún suceso.
En este día donde celebramos la libertad de expresión, pido a las autoridades que haya una prensa libre, independiente y adecuada para que se propicie la democracia en el país.
Gracias a José Uriel Rosas Martínez Presidente del Consejode Directores y Coordinador Nacional e Internacional de las Delegaciones del Club de Periodistas de México A.C., también a Salomón Abad Méndez, Secretario General de la Asociación de Reporteros Gráficos de los Diarios de Veracruz A.C. por otorgarme este año, “La Presea de la Libertad de Expresión” .
Aprovecho la ocasión para felicitar a cada uno de mis compañeros periodistas.