24 noviembre, 2024

FAMILIARES, AMIGOS Y CONOCIDOS EXIGEN JUSTICIA PARA ALEXANDER

FUE ASESINADO POR LA POLICÍA MUNICIPAL DE VICENTE CAMALOTE

Acatlán de Pérez Figueroa (Oaxaca).-El cobarde asesinato de un joven deportista en manos de la hoy repudiada Policía Municipal de Vicente Camalote, ha originado un enardecido reclamo de la ciudadanía en general y provocado una gran indignación de sus familiares, amigos y conocidos, quienes no piden sino exigen justicia y se castigue con todo el peso de la ley a los responsables.

A través de las diferentes plataformas digitales y redes sociales, familias de Oaxaca y Veracruz, condenan este artero crimen que se cometió en contra del futbolista Alexander Martínez Gómez de apenas 16 años de edad quien a pesar de contar con la doble nacionalidad (norteamericana y mexicana), fue adoptado por la Ciudad de Orizaba, cuyo pueblo mágico lo vio crecer y desarrollarse como jugador profesional.

Sus grandes habilidades físicas, técnicas y tácticas en el terreno de juego, llevaron al jugador a formar parte de las filas de los Académicos de la Universidad del Golfo de México de la Rectoría Norte, militantes de la Tercera División Profesional del Fútbol Mexicano, en cuya institución educativa recibía el 90 por ciento de beca para cursar sus estudios de enseñanza media.

Su disciplina, constancia, entrega y dedicación en las canchas, acercó al joven estudiante a una filial de los Rayados de Monterrey, en donde ya lo esperaban para empezar un periodo de pruebas y visorías para poder ser uno de los elementos seleccionables para alimentar a los clubes sub-18 y sub-20, cuya formación era importante para aspirar al primer equipo.

El pasado martes 9 de junio, Alexander quien se encontraba de vacaciones con sus abuelos, salió con unos amigos a comprar un refresco cuando la patrulla marcada con el número 023 los embistió y posteriormente dos elementos de seguridad pública municipal le dispararon a los cuatro jóvenes que iban a la tienda ubicada en una gasolinera que se encuentra a la entrada del pueblo; justo a un costado de la carretera estatal El Amate – Acatlán.

Según los primeros reportes, dos de los jóvenes resultaron ilesos, pero Alexander recibió varios impactos de bala que le originaron la muerte, mientras que otro adolescente identificado como Carlos de 15 años de edad, se encuentra gravemente herido en un hospital de la región. De acuerdo a las primeras investigaciones, se conoció que los policías lo confundieron a él y a sus acompañantes ya que portaban cubrebocas.

La familia, ya solicitó la intervención de la embajada estadounidense para que este asesinato no quede impune. Las personas se empiezan a preguntar ¿qué daño pudo haber causado el futbolista? y la respuesta es muy fácil y sencilla de contestar: ninguna, pues el único daño que cometió Alexander, fue ser un buen hijo, un excelente nieto, un destacado estudiante y un sobresaliente futbolista profesional, pero sobretodo un gran amigo con valores y principios.

Lamentablemente, así se manejan las corporaciones policiacas en el país, primero matan y después investigan, pero hoy esa confusión en un instante le arrancó la vida a un futuro prospecto del balompié profesional y a un gran ser humano el cual a través de su educación recibida en casa y en la escuela, estaría contribuyendo al desarrollo de un estado y una nación bastante golpeada por la inseguridad, empezando desde los mismos cuerpos policiacos.

Mientras tanto, en las redes sociales, circula el siguiente texto en el cual se exige justicia para Alexander, escrito por su amigo y hermano:

Mi nombre es Alexander Gómez, aunque todos mis amigos me conocen como “Chander”; tengo doble nacionalidad (mexicana y americana) y soy hijo de padres mexicanos. Cuento con 16 años de edad y yo soy de esos chicos que sueñan en grande, ese chico que sueña con dejar una gran marca en el mundo del fútbol, soy de esos chicos que con cada obstáculo que la vida le pone lucho por superarlo y seguir adelante.

Soy un loco soñador que sueña con ser un jugador profesional y poder darle el mundo a los pies de mi mamá y tengo este sueño desde muy chiquito, pero solo espero que con la ayuda de Dios y con mi esfuerzo se me haga realidad. Soy un buen hijo, amigo y hermano; un chico sin vicios, tan noble y carismático que adora a su mamá.

Y que creen, fui visoreado por el visor oficial del club Monterrey Héctor del Ángel y el Profesor Óscar Aguilar Hernández del Club Académicos de UGM de Orizaba de Tercera División quien me seleccionó y actualmente me encuentro estudiando ahí con una beca del 90%, como ven todo marchaba muy bien.

Pero saben, el día 9 de junio salí a comprar un refresco y unos policías de la comunidad de Vicente Oaxaca con el #023 de patrulla, me arrebataron la vida con una arma de fuego y dieron la excusa más tonta del mundo, al decir que me confundieron porque traía mi cubrebocas puesto, cuando toda mi comunidad me conoce y saben la clase de chico sano y de familia que soy. Ahora ya no podré cumplir mis sueños y le han dejado un dolor inmenso a mi familia.

Lo cuento yo, porque Alexander ya no puede…Si un día no vuelvo, sal a la calle y grita mi nombre, grita por mí y por todos, grita por el dolor de los que ya no están, grita por los que quedan, grita mi nombre y guárdalo en lo más profundo de tu corazón. Si un día no vuelvo quema las calles, las avenidas, los centros comerciales y los bancos, quémalo todo y construye lo que siempre soñamos.

Si un día no vuelvo, recuérdame como el gran chico soñador que fui..

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