24 noviembre, 2024

EN BÚSQUEDA DE LA POPULARIDAD PÉRDIDA

Samuel Aguirre Ochoa

Muchos se preguntan cuáles son las causas que llevan al presidente López Obrador a retomar sus giras por varios estados de la República, en estos momento en los cuales los contagios y los decesos por covid-19 van en incremento en todo el país. Me inclino por la idea de aquéllos que sostienen que lo que lo mueve a esta acción, que a todas luces parece ser contradictoria, irresponsable e innecesaria, es el desprestigio que ha sufrido su gobierno por el mal manejo de la economía nacional, de la pandemia del coronavirus y porque ha sido descubierto por los ciudadanos diciendo una serie de mentiras en torno a diversos problemas.

El presidente percibe que la población cada día le cree menos, que pierde liderazgo, tal como se percibe en las opiniones de varios sectores de gran peso en la sociedad: por ejemplo, el Banco de México contempla una caída del PIB de entre 4.6 y 8.8% este año y la pérdida de 1.4 millones de empleos formales o las cifras dadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (Coneval) que estimó que despúes de la pandemia el número de mexicanos en pobreza extrema se incrementará en 10.7 millones de mexicanos y el porcentaje de pobreza por ingresos en la población del país pasará del 37.3% al 45.8%; o los resultados arrojados por la encuesta nacional realizada por el diario El Financiero, en el cual el 64% de los mexicanos opina que la cuarentena debe seguir, a diferencia del acuerdo del gobierno que establece que el 1° de junio ésta concluye, y el 52% cree que la situación está fuera de control y el hecho de que múltiples medios de comunicación y organismos independientes han cuestionado la veracidad de las cifras de muertos y contagiados. Lo dicho arriba se pone de mayor relieve por el hecho de que varios gobernadores no están acatando las indicaciones (el semáforo) que el gobierno federal quiere instrumentar en torno al levantamiento de la cuarentena.

Pero independientemente de estos datos, la gente siente y vive la necesidad de la falta de ingresos para satisfacer sus necesidades más elementales en sus hogares: no tienen para comer, para pagar sus rentas, sus deudas ni los servicios básicos, que para acabarla de amolar, en el caso de la electricidad, fueron incrementados de manera brutal por parte de la Comisión Federal de Electricidad.

Y ante esta percepción de descrédito, el presidente siente la necesidad de salir a dar banderazos de inicio de obra para cacarear sus proyectos insignia, como el Tren Maya y la refinería de Dos Boca, proyectos que infinidad de especialistas han calificado como inviables desde el punto de vista económico, pues el primero será incosteable y traerá graves repercusiones sobre el medio ambiente y el segundo, debido a la baja en los precios internacionales del petróleo, traerá más costos que beneficios a PEMEX y el costo final de la obra será mucho mayor a los 8 mil millones de dólares presupuestados por el gobierno. Es decir, López Obrador está haciendo a un lado el cuidado de la salud de la población y sale a hacer campaña abierta, utilizando infinidad de dinero en el pago a medios de comunicación que cubren sus eventos innecesarios desde el punto de vista económico y social. Esto es el fondo de las prisas de sus giras y banderazos.

Esta acción del presidente además de irresponsable e innecesaria, que crea confusión entre la población, la podemos calificar como otra mentira más para engañar y manipular a los ciudadanos que asombrados ven en los noticieros que la pandemia no está domada y los contagios y muertos siguen a la alza, como una acción perversa que no está midiendo las consecuencias sobre los graves efectos que pueden generarse en la salud de millones de mexicanos, en su afán de hacer proletismo para ganar las siguientes elecciones, antes de que sea demasiado tarde.

Los mexicanos debemos tener presentes que Andrés Manuel López Obrador y su partido, en los momentos más difíciles del país no quieren poner en práctica un programa económico emergente que ayude a la población a resolver sus problemas más elementales, como la necesidad de alimentos, condonación de servicios y apoyos reales a la micro y pequeña empresa. Que en los hechos se contradicen brutalmente con lo que dijeron en campaña, que al igual que los gobiernos de otros partidos, recurrieron sistemáticamente a la mentira para engañar a la población, para mantenerla sumisa y oprimida por la clase social dominante desde el punto de vista económico. Debemos seguir exigiendo se atienda a todos aquéllos que se quedaron sin empleo y sin fuente de trabajo, pues los efectos económicos de la pandemia van a perdurar durante mucho tiempo, y no olvidemos que este sector no son precisamente los beneficiados con los programas asistenciales del actual gobierno, que no nos vengan con el cuento de que éstos resolverán esta grave crisis.

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