Araly Rodríguez apareció y asegura que no hay irregularidades.
Nota de opinión
Miguel Ángel Gómez Ruiz
Xalapa, Ver., 15 de febrero 2023.- La exitosa empresaria y trabajadora de la Secretaría de Educación de Veracruz (Sev), Araly Rodríguez dio a conocer una carta aclaratoria en donde destaca que ella cumplió con todos los requisitos exigidos por Sefiplan para facturar al Gobierno del Estado obras que ganó bajo licitación y por asignación directa.
De hecho, Araly Rodríguez lamentó que se haya dado a conocer el número de obras y el recurso que se invirtió en las mismas, pues con ello no sólo la pusieron en riesgo, sino también a su familia.
Y es que fueron medios de comunicación ligados a la administración estatal quienes dieron a conocer las obras y los montos que cobró Araly Rodríguez y en todo momento fue calificada como “una empleada de la Sev que cubre un interinato”.
Con ello, no sólo la minimizaron, sino que también se calificó –de algún modo- al personal de la Sev, pues el gobierno quizá considera que nadie al interior de la dependencia podría tener la capacidad de desarrollarse en otro campo.
Inclusive, funcionarios del gobierno, entre ellos el titular de la Sev, Zenyazen Escobar, citó que a Araly Rodríguez podría no otorgársele otro interinato, tras descubrirse que realizó obras para el gobierno, incluida la dependencia que él dirige.
Araly Rodríguez aclaró que recibió contratos, pero ella ha trabajado desde 2003. Además, dijo que cuenta con un domicilio fiscal –que no es una tienda de abarrotes- y ha facturado, cumpliendo con todos los requisitos.
Negó también que haya incurrido en algún acto de extorsión o corrupción.
De hecho, la mujer tiene razón, pues ella concursó en licitaciones y ganó, además de que culminó y entregó las obras. También se le dieron obras mediante asignación directa, lo que confirma que ha trabajado de manera eficaz y por ello ha gozado de la preferencia de algunas dependencias.
Fue el gobierno del estado el que está en medio de todo, principalmente porque ni sus titulares en las dependencias, jefes administrativos ni mucho menos los empleados de las contralorías detectaron anomalías. Fue tan sólo que esas obras las ganó una trabajadora de la que hasta ahora no se sabe a qué sindicato pertenece ni en qué escuela trabaja.
Después de unos días que se dio a conocer el caso, el gobierno guardó silencio y sí, con su aclaración Araly Rodríguez se convirtió en la mujer más influyente del sexenio.