23 noviembre, 2024

Miguel Ángel Gómez Ruiz

Morena, una apuesta riesgosa

Para nadie es un secreto que Morena se ha debilitado con el paso de los años. Es cierto, aunque muchos se atrevan a negarlo.

Y el principal problema que ha tenido no sólo ha sido la actuación opaca de gobernantes, senadores, diputados federales y locales y sus propios líderes, sino que cada vez, le cuesta más trabajo obtener dinero para disponer a su antojo en la compra de voluntades con los programas sociales que aplican desde 2018.

Un ejemplo claro es el Banco de Bienestar, con un alto porcentaje de beneficiarios a los que se les olvidó o complicó pagar. El propio presidente Andrés Manuel López Obrador comentó en sus mañaneras que hace falta que los mexicanos devuelvan el recurso que se les prestó.

Encima, el fraude en Segalmex, por más de 10 mil millones de pesos y que no ha servido para nada. Sólo se beneficiaron los que estuvieron al frente y lo peor es que para el propio presidente, siguen siendo buenas personas.

Encima, los rumores sobre la disposición de recursos de aquellos que han estado al frente de programas como “Jóvenes construyendo el futuro” y en el que se cree, se distribuyeron recursos, pero no fueron a los beneficiarios, sino a cuentas de los propios funcionarios.

A estas alturas, ya no se cuenta con dinero de los fideicomisos, porque gran parte de ese dinero fue utilizado para entregar becas a estudiantes, jóvenes universitarios y otro tanto a adultos mayores, entre otros.

Para acabar pronto, se ha jalado dinero de los estados para fortalecer los recursos federales, pero cada vez más, el dinero escasea. No en balde este año –ya estamos en junio- a muchos estudiantes no se les entregó la beca correspondiente, es decir, a alumnos de secundaria y bachillerato sólo se les entregó una beca y hasta allí, se dice que en noviembre les darían más dinero, pero no se cumplirá con el propósito de entregarles cuatro becas, si acaso dos.

Y en sí, la falta de dinero es uno de los problemas graves, la otra, la violencia que se ha generado en los estados gobernados por Morena y para demostrarlo están: Colima, Sonora, Michoacán, Guerrero, Veracruz y Chiapas.

En lo que va de 2022, han sido asesinados alcaldes, diputados, candidatos, mujeres y los secuestros aumentaron. En el caso de Veracruz, ocupa el segundo lugar en el año en feminicidios (35) y la violencia continúa.

En Puebla, también ha habido violencia, como lo que ocurrió el pasado domingo, cuando un joven que se extravió en su vehículo, fue amenazado, retenido y quemado por habitantes de Huauchinango.

En San Cristóbal de las Casas, dos grupos criminales caminaron por las calles del centro de la ciudad para dirigirse a un mercado y disputarse el control. Los habitantes del lugar, asustados, llamaron a las fuerzas del orden, pero ni los policías municipales ni de la Guardia Nacional acudieron, estaban acuartelados y el gobierno local, sofocado y derrotado.

Y así, las historias de violencia en gobiernos de Morena se reproducen a diario.

En 2023 se renovarán gubernaturas en Coahuila y el Estado de México, allí tendrán que elegir a buenos candidatos (si es que los tiene) o de lo contrario, Morena vivirá momentos complicados.

Y en 2024 será la elección presidencial y por lo menos hasta ahora, la caballada se ve débil. Es decir, ni Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López mantienen un dominio claro sobre el resto. Si acaso cuando son nombrados por el presidente que aunque juega con el electorado está convencido que Sheinbaum es su favorita y cree que puede hacerle ganar, pero no será tan fácil como lo piensa.

Si no logra reducir la violencia, si no corrige la crisis económica actual y si no consigue medicinas, las posibilidades de ganar se reducirán, pues no siempre la gente vivirá de ilusiones. Se requiere buen gobierno y resultados.

Poder Judicial

En medio de una terrible crisis económica, se habla de nuevas medidas y restricciones para cuidar el poco dinero que hay en el Poder Judicial de Veracruz. Las transas siguen a la orden del día y 21 inocentes magistrados morenistas accedieron a que se les redujeran los salarios para fortalecer las finanzas y ello no resultó.

Tampoco resultó la presión en contra de personal de confianza y hasta sindicalizados, pues no es fácil trabajar más y cobrar menos y se ha perjudicado a muchos trabajadores.

Y encima la presidente, Isabel Romero Cruz ganando más de 200 mil pesos mensuales; su administradora Joana Marlén Bautista ganando una cantidad similar y de acuerdo a versiones del propio personal, dándose una vida de lujo que incluye vehículos último modelo y viajes y obvio, beneficiando a sus amigos.

Pese a ello, en algún momento caerán, porque la justicia en este momento parece de papel, pero siempre habrá alguien que aplique la ley correctamente y estos rufianes que hoy controlan todo allí dentro y que se creen invencibles, caerán en un abismo profundo y pasarán tiempo en la cárcel. Así será.

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