Contrapunto
Miguel Ángel Gómez Ruiz
Lo peor de lo peor
De 2018 a la fecha no ha ocurrido nada en Veracruz, si acaso el cambio de gobierno. Es necesario recordar que, bajo el efecto López Obrador, el candidato de Morena, Cuitláhuac García Jiménez se benefició y logró ganar una elección, algo que no debió ocurrir.
Y es que los efectos de su administración están palpables y se reduce a pocos renglones, García Jiménez, ingeniero de profesión, camorrero de aquél PRD polémico y maestro de escuela, no supo en lo que se metía, es decir, no supo gobernar, no aprendió nada y ya es demasiado tarde para que aprenda algo, pues tiene al estado convertido en un desmadre.
Imitando en todo al presidente, le dio por entrar en guerra con todo aquél que esté en su contra. Con las sabidas complicaciones que tiene para hilar varias palabras, García Jiménez se ha peleado con todos. Todo lo que le represente una afrenta la responde con amenazas y a la vez, con frustración, pues no es alguien que tenga la capacidad para hacerse entender.
Como lo he comentado en otros apuntes, el gobernador no ha sido institucional, es cierto que no le gusta quedarse callado, pero a veces sería mejor pues cuando habla todo lo complica. Bien lo dijo en alguna ocasión su secretario de gobierno, Eric Cisneros allí, tras reunirse con amigos de Otatitlán, comentó que “le costaba un chingo enseñar al gobernador a hablar con claridad”, así.
Ser institucional implica aplicar valores y creencias para desempeñarse de la mejor forma en su trabajo y además, respetar el estado de derecho, algo en lo que ha estado muy lejos del mandatario.
Del mismo modo, no ha dialogado con la oposición, lo cual habría servido para mantener una relación de respeto, es decir, al igual que AMLO el gobernador de Veracruz se cree único y capaz para dirigir al estado. Él se cree el secretario de Seguridad Pública, de Economía, de Salud, él se cree todo.
Y encima, se lanza contra todo aquél que pareciera estar en su contra. De por sí no es muy listo para analizar las preguntas y le gana su pasión de camorrero. Peor aún, se lanza contra las mujeres, como lo hizo el miércoles con una reportera que le preguntó sobre el tema de Ultrajes a la Autoridad –que pareciera que es lo único en lo que piensa-. Su respuesta fue agresiva y lo más grave es que hay gente que le cree y él puso en riesgo a la reportera.
No dialoga con empresarios a menos que le rindan honores. Nunca, por lo menos yo, he escuchado que envíe un mensaje de aliento a los empresarios. No ha dialogado con ellos sobre su plan de obras –si es que lo tiene- y como lo han comentado empresarios de distintas zonas del estado, siempre están en desventaja porque las obras, chicas o medianas, se las dan a empresarios de otros estados y afiliados a Morena.
No se acerca a la sociedad. Siempre se toma fotos cortando el césped o pintando una puerta –algo que ni siquiera hace bien-. Si por alguna razón usted vio notas sobre su viaje a la Huasteca Veracruzana, todo fue por un propósito: la consulta sobre la Revocación de Mandato. Fuentes dignas de todo crédito revelan que hubo promesas de obras y entregas de despensas y recursos, pero todo ello relacionado a la consulta, pues el propósito del mandatario es apoyar a su presidente. Adiós a la institucionalidad, bienvenida la santa voluntad de los que se creen dueños del país.
No hay resultados positivos en el estado. En lo económico todo va mal, no hay empresas nuevas y mucha gente, capturada por Morena por las dádivas que recibe está feliz de no trabajar y recibir cada equis tiempo, un recurso que apenas les sirve para sobrevivir unos días.
Bien decía alguien que cuando un gobierno mantiene a un sector del pueblo con recursos públicos se mantiene la pobreza y eso sirve para manejar a los pobres, cuando en realidad lo que se les debiera garantizar es trabajo para que mejoren sus condiciones de vida.
Poder Judicial
La polémica no dejará al Poder Judicial de Veracruz. La presidente de ese poder, Isabel Inés Romero Cruz, sigue desacatando las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No repuso en sus cargos a los magistrados Marco Antonio Lezama Moo y Roberto Dorantes Romero.
No fluye información de ese lugar. El área de prensa es un desastre. No hay reuniones del Consejo de la Judicatura ni se publican las sanciones contra los jueces y peor aún, las decisiones que se toman allí afectan a muchos. Son como bichos rastreros.
En el caso de la magistrada Yolanda Castañeda Palmeros, siguen sin pagarle su aguinaldo del año pasado y no se le permite la entrada para tramitar documentos. La falta de respeto contra la magistrada más laureada dentro del Poder Judicial de Veracruz es alarmante.
Ella fue despedida injustamente en agosto de 2021 y unas horas después, la presidente Isabel Inés Romero Cruz ordenó el despido de su hijo. Curioso es que Romero Cruz cobra más de 200 mil pesos al mes y su hijo es juez.
La razón del despido de Castañeda Palmeros fue que le aplicaron la ley Yunes, aprobada en 2018, en la que se dispone que los magistrados que cumpliesen 70 años debían dejar el cargo. Sin embargo, la ley no es retroactiva y no aplica ni con Castañeda, ni tampoco con Lezama moo ni con Dorantes Romero. Por el contrario, sí aplica en Isabel Inés Romero Cruz pues ella fue convertida en magistrada después de 2018 y próximamente, el 14 de abril, cumplirá 70 años y deberá dejar el cargo.
Al igual que el gobierno de Veracruz, el Poder Judicial es un basurero.
Y así el país, con un gobierno torpe, mediocre y poco democrático. Sinceramente ya es hora de despertar y entender que de 2018 a la fecha, el país se fue a la mierda.