SUBEJERCICIO Y CORRUPCIÓN EN EL GOBIERNO DE VERACRUZ
Según los reportes de la Secretaría de Finanzas y Planeación de Veracruz, hasta diciembre pasado, al cierre del ejercicio fiscal 2019, cerca de 75 mil millones de pesos del Presupuesto de Egresos no se habían utilizado, por lo que deberán reintegrarse a las arcas del Gobierno Federal. El hecho es lamentable, pues varios de los “ahorros” se hicieron en dependencias claves como la Secretaría de Obras Públicas con cerca de 2 mil millones (50% de su presupuesto), la de Educación con más de 10 mil millones de pesos (22%) o la Secretaría de Seguridad Pública con un subejercicio mayor a 1,312 millones de pesos (casi el 24%); no se usaron estos recursos a pesar de que hay una carencia inmensa de obras y servicios públicos en los pueblos y colonias de la entidad, hace falta infraestructura para detonar el desarrollo económico, no hay profesores suficientes en las escuelas públicas y la incidencia delictiva aumenta sin parar.
Este gravísimo error de la administración pública que encabeza el Ing. Cuitláhuac García Jiménez, se vio venir y se denunció de manera oportuna por diversas voces y en su momento se señaló como posibles causas: una incompetencia total de los funcionarios morenistas recién llegados al poder en el manejo de las finanzas públicas o, en el peor de los casos, la puesta en marcha de una operación encubierta de saqueo de las arcas públicas para beneficiar intereses particulares. El tiempo y la práctica parecen estar demostrando que se trata de lo segundo. El gobierno del Ing. Cuitláhuac García ha resultado ser tan o más corrupto que el de sus predecesores. Veamos algunas perlas.
El 03 de marzo pasado, la Asociación de Constructores del Estado de Veracruz (ACEVAC) denunció que el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Elio Hernández Gutiérrez, entregó en adjudicación directa 35 millones de pesos a una empresa morelense que, se presume, es fantasma. La obra en cuestión es la pavimentación con concreto hidráulico del acceso al puerto de Coatzacoalcos y fue entregada a la compañía Loescon Supervisión y Control Total SA de CV, de Cuernavaca, en participación conjunta con Grupo Constructor Tcasa SA de CV, de la Ciudad de México.
Los constructores veracruzanos acusaron al secretario Elio Hernández de aprovechar la urgencia para usar el dinero que se encontraba en riesgo de caer en subejercicio para justificar la adjudicación directa. Además, los empresarios señalaron a la constructora beneficiada de encontrarse en una lista de empresas fantasmas entregada al Congreso del Estado, por lo que interpusieron una denuncia penal en contra del titular de la SIOP ante la Fiscalía Especializada en Delitos de los Servidores Públicos. A su vez, Elio Hernández se defendió en sus redes sociales afirmando que la entrega de la obra a la constructora de Morelos fue una orden del propio Cuitláhuac García.
Otra más. Como si viviéramos en un mundo de locos, a pesar de no ejercer el recurso destinado al desarrollo de la entidad, el gobernador García Jiménez y su gabinete se han dedicado a solicitar préstamos para subsanar el gasto público. En noviembre de 2019, a través de dos créditos, se solicitó a Banobras y a Bancomer la cantidad de 5 y 14 mil millones de pesos respectivamente, con el argumento de que servirían para liquidar sueldos y prestaciones de los docentes al servicio del Estado, pues dichos adeudos eran superiores a lo considerado en el Presupuesto de Egresos. Sin embargo, se han filtrado audios en donde un supuesto gerente del banco dice que los 14 mil millones de pesos prestados al Gobierno se han depositado en cuentas bancarias a nombre de Eleazar Guerrero, subsecretario de Administración y Finanzas en la SEFIPLAN pero también primo-hermano incómodo del gobernador, de ser cierto, esto sería un delito muy grave que las autoridades competentes deben castigar.
Pues bien, hace una semana arribó a tierras veracruzanas de manera silenciosa el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, quien acompañado del gobernador Cuitláhuac García recorrió tres obras menores en la zona centro de la entidad; fue filtrada a la prensa la versión de que venía a darle un “jalón de orejas” al gobernador porque de nueva cuenta están cayendo en subejercicio en los recursos destinados a la entidad este 2020, un llamado a que se apresuraran los procesos de licitación y construcción de obra pública porque en Palacio Nacional hay mucho nerviosismo por el nivel de corrupción del Gobierno de Veracruz ya que pone en serio riesgo el triunfo de Morena en los comicios de 2021. Llama la atención, sin embargo, que justo dos días despúes de su visita, el gobernador García Jiménez anunciara que se solicitará otro préstamo de más de mil millones de pesos “para realizar obra pública”. Vale la pena preguntarse si realmente Arturo Herrera vino a poner las cosas en orden o más bien a asegurarse que el dinero “ahorrado” llegue integro a la Federación, para que se lo roben allá y no aquí.
Lo que es un hecho, es que Morena ha fallado en la que era su principal consigna: desterrar la corrupción del gobierno. Todos los días hay nuevos descubrimientos de funcionarios corruptos en todas las dependencias gubernamentales, en el DIF, en la Secretaría de Educación, la Secretaría de Turismo, SEFIPLAN, etc. Lo peor es que mientras esto ocurre, la pobreza, la inseguridad, la carencia de servicios básicos, la falta de agua, el poco acceso a la salud, las carencias en la educación y muchísimos males más se vuelven más graves, pues quien paga los platos rotos por tener gobiernos indiferentes y corruptos siempre es el pueblo trabajador. Ha llegado el momento de desechar por completo a la vieja clase política que nos ha gobernado por años, entre quienes se encuentran muchos neomorenistas, para llevar al poder a personas surgidas de la entrañas del pueblo trabajador, que conozcan sus necesidades y que junto a éste hayan librado muchas batallas en contra de la opresión y la injusticia.