Con apoyo de ONU avanza restauración ecológica del arroyo Papas-Carneros en Xalapa.
Xalapa, Ver., 22 de junio 2021.-En la capital veracruzana avanza la restauración ecológica de los márgenes del arroyo Papas-Carneros con un ambicioso proyecto de (reforestación riparia), medida que reducirá de manera significativa el alto grado de contaminación de este afluente y con ello los malos olores, atrapará contaminantes que viajan en el aire y mejorará la calidad del agua, además de regular las inundaciones.
El coordinador del programa de restauración riparia del proyecto City Adpat ONU y presidente de la Red de Viveros de Biodiversidad A.C., Aníbal Ramírez Soto, dieron a conocer que uno de los objetivos es establecer la línea base de calidad del agua del arroyo Papas como elemento a recuperar a largo plazo.
Actualmente el arroyo Papas tiene distintas fuentes de contaminación que van desde residuos de comercios, vertedero de basura y de animales muertos, aguas negras, por lo que representa un foco rojo para la salud de los xalapeños que habitan la zona noreste de Xalapa.
Incluidas 11 colonias, como son (Ayala, Veracruz, Independencia, Manantiales) cuya característica son los asentamientos irregulares, por lo tanto, no cuentan con servicios básicos municipales, de allí que viertan directamente sus desechos al arroyo Papas.
La directora de Programa Global Water Watch México, Miriam Guadalupe Ramos Escobedo, fue la encargada de realizar muestreos de contaminación del agua -durante época de secas frías y secas calientes- en el arroyo Papas-Carneros, y detectó que (pozos y manantiales) que los abastecen unos están secos, otros han sido tapados, están debajo de casas o capturados desde su nacimiento y conducido por canales.
Y registran altos niveles de contaminación fecal, entre mil 200 y 3 mil 600 coliformes por cada 100 mililitros (mm), cuando lo aceptable para el contacto humano, según estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 100 a 600 coliformes por cada 100 mm.
Por lo cual se requiere un intenso trabajo de saneamiento y le están apostando a la reforestación como una medida más viable y económica, pero también se requiere el apoyo de la población, y tratar de contaminar lo menos posible.
El coordinador del proyecto ripario y director de la Red de Viveros de Biodiversidad A.C., Aníbal Ramírez, expuso que cuando hay vegetación riparia los efectos de los contaminantes se reducen de manera significativa y tienen funciones de mitigación ante los afectos del cambio climático.
Los árboles sirven como barreras de protección para evitar el efecto spray, esto es, el follaje atrapa las bacterias y contaminantes que van en la brisa que provoca el arroyo y termina en los alrededores de las casas que habitan la zona. Estos árboles riparios tienen un sistema de raíces (pelos absorbentes) que comen y asimilan los nutrientes contaminantes y, posteriormente lo transpiran en agua limpia por sus hojas.
También incrementa la cantidad de oxígeno del agua, dicha oxidación transforma y reduce el tamaño de los contaminantes, facilitando a los bichos (micro y macro invertebrados) los procesos de descomposición y, por tanto, limpian y depuran las aguas contaminadas de los causes.
“Este tipo de soluciones de infraestructura verde, además de mucho más económicas que los muros de contención de piedra, tienen una vida útil mucho mayor, mientras un árbol puede durar hasta 300 años, un muro de concreto acaso 50 años”, subrayó.
El proyecto City Adapt ONU es financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF por sus siglas en inglés), que promueve la resiliencia climática en áreas urbanas y concluirá este mes de junio.