Raúl y Moisés fueron a retocarse un tatuaje y terminaron detenidos por “ultrajes a la autoridad”; familiares aseguran que es un montaje
Xalapa, Ver., 01 de abril 2021. De ir a retocarse un tatuaje, Raúl “N” nunca pensó que sería secuestrado y arrestado por “ultrajes a la autoridad”, el delito de moda en la administración de Cuitláhuac García Jiménez.
El pasado martes Raúl y Moisés “N”, asistieron a un negocio de tatuajes en la ciudad de Orizaba, de donde fueron sustraídos por desconocidos que viajaban en una camioneta blanca; sin embargo, según información reciente, la Fuerza Civil los tiene detenidos por supuestos “ultrajes a la autoridad” y es la hora en que no han sido liberados.
Abi, hermana de estos dos chicos, uno de ellos menor de edad, nos cuenta que su hermano Raúl fue a retocarse un tatuaje.
“El tatuador los citó a la una de tarde y al parecer llegaron a tiempo. Cuando se presentó, el tatuador seguía trabajando con una chica, por lo que lo mandó a comprar Vitacilina. Cuando Raúl regresó, la puerta del negocio estaba entre abierta y cuando la quiso abrir un tipo desconocido estaba detrás y le dijo que pasara. Posteriormente los encañonaron, maniataron y se dieron cuenta que el tatuador, la chica, junto con otras dos personas estaban ahí. Se los llevaron. En total son ocho personas”.
La hermana agregó que los jóvenes fueron subidos a una camioneta; testigos del lugar mencionan que era blanca. En el transcurso se enfrentan a tortura psicológica, ya que los empiezan a amenazar y mencionar nombres de personas que no conocen.
Posteriormente son llevados a un campo “o eso creen”, ya que uno de ellos llevaba bermudas y le hizo reacción en las piernas.
Ellos vivieron momentos de terror; en su relato, la familiar de estos dos jóvenes comenta que de repente escucharon un balazo en el aire y salieron corriendo los capturadores, en ese momento es cuando llega la Fuerza Civil y empiezan a cuestionarlos y se los llevan.
“Yo le hago un llamado al gobernador de que no se deje engañar, la Fuerza Civil está armando cosas. Yo lo aseguro, no tengo las pruebas suficientes como para comprobar lo que digo, pero analizándolo bien, es un montaje”, finalizó.
Cabe recordar que los familiares levantaron una denuncia ante la Fiscalía de Orizaba por desaparición, pero no le resolvieron nada. Fue hasta que Raúl llamó a su papá para avisarle que estaban bien y en Fortín.
Los familiares siguen tratando de encontrar respuestas por parte de las autoridades y de liberar a los jóvenes, “Estamos en Fortín, esperando a ver a nuestros hermanos e hijos, está la Fuerza Civil, hay presencia de la policía estatal, estamos pidiendo una explicación detallada, los abogados están en eso. No podría asegurar por qué mis hermanos están ahí”.
Abi, pidió una explicación del por qué fueron detenidos sus hermanos; quienes están actualmente en la espera de que sean liberados, y lo único que le pudieron decir en la Fiscalía de Córdoba es que fueron detenidos por “ultrajes a la autoridad”, la también llamada Ley Garrote.
Hay que señalar que el pasado mes de febrero, la Sexagésima Quinta Legislatura del Congreso de Veracruz, modificó el Código Penal y se agregó al artículo 331: “Se le aplicará al responsable de este delito de cinco a siete años de prisión, cuando: se realice por una o más personas armadas; que el sujeto activo manifieste ser miembro de una pandilla, asociación delictuosa o de la delincuencia organizada, real o ficticia o cuando disminuya las posibilidades de defensa o protección al servidor público.
En el caso de los policías, la sanción va de siete a quince años de prisión y multa de cuatrocientas a ochocientas unidades de medida y actualización diarias, a quien amenace o agreda a un integrante o elemento de alguna institución de Seguridad Pública municipal o estatal en el momento de ejercer sus funciones o con motivo de ellas.
.